A diferencia de "Nocturna", sí hay novelas que merecen las letras gigantescas que adornan el nombre del autor por encima del propio título. Incluso que brillaran con luces de neón. "El sindicato de policía yiddish" es una de ellas. Para quien no desee seguir leyendo ya le avanzo que se trata de un novelón.
Imaginemos que los judíos fueron barridos de Palestina cuando intentaron fundar su estado allí tras la Segunda Guerra Mundial. Se les concedió vivir en el lugar más opuesto a la tierra Prometida: Alaska. Allí, en Sitka, los Estados Unidos les cedió un estado. Pero había trampa. Fue una cesión temporal y faltan unos dos meses para que concluya. Así que la incertidumbre y el temor a lo que les depara el futuro está presente en todos los judíos que allí viven.
Meyer Landsman, el detective más condecorado del cuerpo de policía en Sitka, tiene además sus propios problemas. Divorciado, solo, alcohólico, vive en un hotelucho. En ese antro matan a un yonqui. Su ex se convierte en su jefe de la noche a la mañana. Ordena cerrar todos los casos, como sea, para hacer el traspaso de poderes a las autoridades yanquis. Pero el asesinado no es un simple yonqui, y mucho menos un simple judio, cosa que va descubriendo Landsman tras desobeder a su ex esposa, acompañado su primo Berko, medio indio de dos metros, también detective como él.
No es una novela de género fantástico a pesar del punto de partida ucrónico. Solo lanza unos pocos detalles de ese mundo, breves pero suficientes para desatar nuestra imaginación: la bomba atómica sobre Berlín en el 46, la primera dama Marilyn Monroe Kennedy, los astronautas manchures. Por lo demás, es un mundo como el nuestro, nada se diferencia aparte del nuevo escenario geopolítico.
Chabon es un escritor excelente, tanto por la brillantez de la historia que relata como por la elegancia con la que lo hace. Es un maestro creando símiles, construyendo un micromundo creíble, unas historias personales, familiares y comunitarias sobre las que se acabará asentando la trama.
Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien leyendo una novela.
(Banda sonora: Aplauso - Alado Sincera)
Imaginemos que los judíos fueron barridos de Palestina cuando intentaron fundar su estado allí tras la Segunda Guerra Mundial. Se les concedió vivir en el lugar más opuesto a la tierra Prometida: Alaska. Allí, en Sitka, los Estados Unidos les cedió un estado. Pero había trampa. Fue una cesión temporal y faltan unos dos meses para que concluya. Así que la incertidumbre y el temor a lo que les depara el futuro está presente en todos los judíos que allí viven.
Meyer Landsman, el detective más condecorado del cuerpo de policía en Sitka, tiene además sus propios problemas. Divorciado, solo, alcohólico, vive en un hotelucho. En ese antro matan a un yonqui. Su ex se convierte en su jefe de la noche a la mañana. Ordena cerrar todos los casos, como sea, para hacer el traspaso de poderes a las autoridades yanquis. Pero el asesinado no es un simple yonqui, y mucho menos un simple judio, cosa que va descubriendo Landsman tras desobeder a su ex esposa, acompañado su primo Berko, medio indio de dos metros, también detective como él.
No es una novela de género fantástico a pesar del punto de partida ucrónico. Solo lanza unos pocos detalles de ese mundo, breves pero suficientes para desatar nuestra imaginación: la bomba atómica sobre Berlín en el 46, la primera dama Marilyn Monroe Kennedy, los astronautas manchures. Por lo demás, es un mundo como el nuestro, nada se diferencia aparte del nuevo escenario geopolítico.
Chabon es un escritor excelente, tanto por la brillantez de la historia que relata como por la elegancia con la que lo hace. Es un maestro creando símiles, construyendo un micromundo creíble, unas historias personales, familiares y comunitarias sobre las que se acabará asentando la trama.
Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien leyendo una novela.
El sindicato de policía yiddish; Michael Chabon; Literatura Mondadori, 359; 2008; traducción de Javier Calvo Perales; 426 páginas
(Banda sonora: Aplauso - Alado Sincera)
4 comentarios:
De Chabon me leí las aventuras de Clay, y aunque el mundo que pintaba el ambiente y el trasfondo estaban muy bien, la historia en si no me dejo ni frío ni caliente. Dejándome la duda si volver a leerle o no...
¿Ha leído "La solución final"? Totalmente recomendable.
Además, dada su corta extensión, es perfecto para leer entre los microhuecos que le dejan a uno en paz los hijos...
Nooo, un altre a la llista, no! Que no s'acaba mai la pila de pendents...
(..que si, que l'apunto..."per si de cas"..)
Bueno, vista esta me arriegaré con Las aventuras de Clay y...
No la conocía. Tomo nota.
Apunta, apunta, que aquesta val la pena.
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