Si ya hablábamos el otro día de la poderosa Asociación Nacional del Cazo (gracias a acolostico por la idea), no pasa ni un día en que no conozcamos una nueva de sus aventuras.
Gracias a un organismo tan vacío de contenido como la Sindicatura de Comptes, tal vez esa era la intención al crearla, se ha descubierto un nuevo hito (bueno, ya no, porque estos choriceos son el pan nuestro de cada día) alcanzado por uno de sus beneméritos miembros.
En uno de esos inventos de la Gene, la Agència de Cooperació, se contrató a una sujeta en el 2004 por 31.173 euros anuales. Dos años después se la despidió por motivos disciplinarios. Quien conoce un poco la Administración sabe lo difícil que es echar a la gente, sobre todo si son de la ANC. Por tanto, esos “motivos disciplinarios” debían ser de aúpa. Encima le regalaron una indemnización de 16.415 euros. Primera pregunta: un despido por esos motivos, ¿no es procedente? Por tanto, ¿a qué viene esa indemnización?
Casualmente era miembro del cazo gracias a ERC, y se la echó cuando ese partido saltó del Govern. Cuando se reeditó el tripartito, en el 2007, y ERC recuperó sus espacios de poder, la miembra del Cazo vuelve a su puesto con 51.544 euros. Es decir, 20.000 euros más. Será que la pobre tenía más necesidades, claro. A finales del 2008 la despiden de nuevo. Solo percibió 14.855 euros de indemnización.
Ojalá a los funcionarios nos pagaran como a esa sujeta, despedida dos veces. Claro que visto lo visto, no nos extrañe que la vuelvan a contratar.
(Banda sonora: Positif - Mr. Oizo)
Gracias a un organismo tan vacío de contenido como la Sindicatura de Comptes, tal vez esa era la intención al crearla, se ha descubierto un nuevo hito (bueno, ya no, porque estos choriceos son el pan nuestro de cada día) alcanzado por uno de sus beneméritos miembros.
En uno de esos inventos de la Gene, la Agència de Cooperació, se contrató a una sujeta en el 2004 por 31.173 euros anuales. Dos años después se la despidió por motivos disciplinarios. Quien conoce un poco la Administración sabe lo difícil que es echar a la gente, sobre todo si son de la ANC. Por tanto, esos “motivos disciplinarios” debían ser de aúpa. Encima le regalaron una indemnización de 16.415 euros. Primera pregunta: un despido por esos motivos, ¿no es procedente? Por tanto, ¿a qué viene esa indemnización?
Casualmente era miembro del cazo gracias a ERC, y se la echó cuando ese partido saltó del Govern. Cuando se reeditó el tripartito, en el 2007, y ERC recuperó sus espacios de poder, la miembra del Cazo vuelve a su puesto con 51.544 euros. Es decir, 20.000 euros más. Será que la pobre tenía más necesidades, claro. A finales del 2008 la despiden de nuevo. Solo percibió 14.855 euros de indemnización.
Ojalá a los funcionarios nos pagaran como a esa sujeta, despedida dos veces. Claro que visto lo visto, no nos extrañe que la vuelvan a contratar.
(Banda sonora: Positif - Mr. Oizo)
3 comentarios:
Lo del cazo viene de lejos y no creo sea idea mía, sobretodo lo negaré ante un juez, por si acaso :p
Pero como siempre, una manzana podrida jode todo el cesto. Muchas, ni pa sidra queda...
Mira que hi he estat donant voltes...Però és que només em surten paraules impròpies d'horari infantil...
Cagum...
A mí me hubiera podido decir alguna vez aquello de "qué hay de lo mío", pero yo no tengo padrinos.
Tranquila, això no ho llegeixen nens.
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