David es el niño-pregunta. Cualquier cosa que vea, que oiga, que se le pase por la cabeza, comienza el interrogatorio. Nunca olvidaré ese viaje en tren, tres cuartos de hora preguntando casi sin cesar.
En fin, las preguntas de hoy son las siguientes. Ve un desfile de modelos por la tele y pregunta: "Por qué están enfadadas?".
La segunda es insuperable. Zapatero está en un mitín. No vocifera, pero casi. Gesticula mucho. Y David dice: "¿Es bueno o malo?".
Genio y figura.
(Banda sonora: Okay - Her Only Presence)
En fin, las preguntas de hoy son las siguientes. Ve un desfile de modelos por la tele y pregunta: "Por qué están enfadadas?".
La segunda es insuperable. Zapatero está en un mitín. No vocifera, pero casi. Gesticula mucho. Y David dice: "¿Es bueno o malo?".
Genio y figura.
(Banda sonora: Okay - Her Only Presence)
3 comentarios:
Si sonrien demasiado se les cae el vestido.
Depende, eres pepero o sociata?
Dos respuestas que no recomiendo en esa situación :)
Recuerdo que cuando era pequeña y detectaba una actitud "ambigua" en alguien, necesitaba la misma aclaración que David.
Dile que es un político y con los años te lo agradecerá.
El tema es que, respondas lo que respondas, seguramente te saldrá con un ¿por qué?, y vuelta a empezar.
Bueno, no solo pregunta en asuntos ambiguos, eso no es un "problema" para él.
Pues cuando se haga político entonces yo le preguntaré: ¿que hay de lo mío?
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