Vivimos en un país donde todos exigen derechos. Eso sí, de asumir deberes más bien poco. De cargar con la responsabilidad de nuestros actos, todavía menos. Por eso, ¿resulta sorprendente que el abandono de animales nos cueste 137.000 euros al día en Catalunya?
Vivimos en un país donde un buen número de nuestros conciudadanos tienen la sensibilidad a flor de piel. Están dispuestos a protestar por cualquier causa, noble o no tanto. Algunos de ellos, sin embargo, forman parte de la caterva de irresponsables que abandonan a sus animales domésticos, lo que nos obliga a destinar de nuestros impuestos la nada despreciable cantidad de 50 millones de euros anuales. Gracias por su solidaridad. Espero que luego no sean de los que se quejan de lo mal que funciona todo "lo público": la enseñanza, la sanidad, el transporte, etc.
Como siempre, nos toca padecer los efectos indeseados de los actos de una pandilla de irresponsables, infantiloides y descerebrados, que todavía no se han enterado que los animales son seres vivos, no un juguete que lanzas cuando te aburres de él, no otro objeto de consumo y lucimiento personal que tirar cuando ha perdido su utilidad o ha pasado de moda. La nueva perrera municipal de Barcelona está presupuestada en 9 milloncejos de euros. 9 millones necesarios por culpa de unos presuntos seres inteligentes.
Nos enfrentamos a un problema que irá en aumento (cada vez se adoptan menos animales y ya no se pueden sacrificar) mientras los dueños, tan amantes ellos, no identifiquen a sus mascotas con el chip reglamentario. Solo un 1% de los animales con chip fueron abandonados. Un problema acentuado con la crisis, que lleva al abandono de animales cuyas operaciones veterinarias no pueden (o quieren) ser costeadas por sus dueños.
¿Un problema menor? No. Un ejemplo, el ayuntamiento de Palafolls gasta 70.000 euros anuales en el mantenimiento de animales desamparados. Según el alcalde: "estos animales tienen un coste de entre 20 y 30 euros diarios, cuando apadrinas un niño de Senegal, una de nuestras iniciativas, vale 10 euros al día".
Vivimos en un país donde un buen número de nuestros conciudadanos tienen la sensibilidad a flor de piel. Están dispuestos a protestar por cualquier causa, noble o no tanto. Algunos de ellos, sin embargo, forman parte de la caterva de irresponsables que abandonan a sus animales domésticos, lo que nos obliga a destinar de nuestros impuestos la nada despreciable cantidad de 50 millones de euros anuales. Gracias por su solidaridad. Espero que luego no sean de los que se quejan de lo mal que funciona todo "lo público": la enseñanza, la sanidad, el transporte, etc.
Como siempre, nos toca padecer los efectos indeseados de los actos de una pandilla de irresponsables, infantiloides y descerebrados, que todavía no se han enterado que los animales son seres vivos, no un juguete que lanzas cuando te aburres de él, no otro objeto de consumo y lucimiento personal que tirar cuando ha perdido su utilidad o ha pasado de moda. La nueva perrera municipal de Barcelona está presupuestada en 9 milloncejos de euros. 9 millones necesarios por culpa de unos presuntos seres inteligentes.
Nos enfrentamos a un problema que irá en aumento (cada vez se adoptan menos animales y ya no se pueden sacrificar) mientras los dueños, tan amantes ellos, no identifiquen a sus mascotas con el chip reglamentario. Solo un 1% de los animales con chip fueron abandonados. Un problema acentuado con la crisis, que lleva al abandono de animales cuyas operaciones veterinarias no pueden (o quieren) ser costeadas por sus dueños.
¿Un problema menor? No. Un ejemplo, el ayuntamiento de Palafolls gasta 70.000 euros anuales en el mantenimiento de animales desamparados. Según el alcalde: "estos animales tienen un coste de entre 20 y 30 euros diarios, cuando apadrinas un niño de Senegal, una de nuestras iniciativas, vale 10 euros al día".
(Cuando la barbarie se disfraza de tradición)
Pero ¿qué podemos esperar de un país donde los "seres civilizados" pretenden exterminar a los animales de su hábitat natural? Vease el caso de la osa Hvala en el Vall d'Aran. Protejamos a los pobrecitos cazadores de ese malvado plantígrado, quien posiblemente asustado por el grito del hombre de la escopeta, reaccionó como lo hace cualquier animal cuando se siente acosado. Y luego sale el Síndic aranés, apoyando una macropartida de caza y captura en plan Salvaje Oeste, declarando: "Si el Gobierno y la Generalitat tienen intención de mantener los osos en Aran, tendrán que asumir el coste que conlleva garantizar la seguridad y la coexistencia entre animales y personas". Ese coste se estima, según el prenda, en 400.000 euros. Así que al final no se trata de un problema de seguridad, sino de dinero. Acabáramos.
Lo dicho, vivimos en un país repleto de bestias pardas.
P.D.: Se recoge más de un millón de firmas por una ley contra el maltrato animal.
Lo dicho, vivimos en un país repleto de bestias pardas.
P.D.: Se recoge más de un millón de firmas por una ley contra el maltrato animal.
(Banda sonora: It's all true - Tracey Thorn)
3 comentarios:
Pues más que van a abandonar. Nos comentaba el otro día una amiga que el ayuntamiento de Girona va a empezar a cobrar un canon por cada perro (40 euros al año, me parece). Dentro de seis meses habrá jaurías en la calle...
El meu avi ja ho deia, "no et fiis mai d'algú que no tracta bé a un animal"... (pq si en un moment donat és capaç de fer això a una bèstia, en segons quina situació...)
Suposo que la guerra civil i el sentit comú ensenyen aquestes coses...
Jo, amb el tema del maltracte animal, sóc totalment intolerant. És una cosa que s'ha de fer pagar...i bé... I si cal anar al Codi Penal, doncs si va.
Amb això si que no tinc terme mig...
el ayuntamiento de Girona va a empezar a cobrar un canon por cada perro (40 euros al año, me parece).
Fantàstic...A pagar justos per pecardors, com sempre...
Dentro de seis meses habrá jaurías en la calle...
Y al paso que vamos, de animales de dos patas :(
"no et fiis mai d'algú que no tracta bé a un animal"
Una gran veritat.
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