Yo tengo una frase que utilizo con relativa frecuencia, especialmente cuando la cago (sin querer): queriendo hacer un bien, acaba saliendo un mal. No pasará a los anales de la retórica, cierto. Quiere simbolizar todo aquello que se hace con la mejor de las intenciones, pero -no se sabe bien cómo- acaba saliendo el tiro por la culata y liando más el asunto que se pretendía arreglar.
Pues parece ser que ese ha sido también el caso de este cartel, creado para una campaña del Ayuntamiento de Xàtiva con la intención de potenciar la igualdad en las parejas ante las tareas del hogar. Una asociación local contra la violencia de género ha cargado contra el cartel: "Tantos años de reivindicación y lucha para conseguir la igualdad, y en el año 2008 todavía hay personas que potencian y difunden ideas tan retrógradas, desagradables y desafortunadas", porque, según ellos, "para compartir [las tareas del hogar] no hace falta despersonalizarse ni cambiar de sexo". Como dijo el otro, "el medio es el mensaje", y en este caso el mensaje ha quedado diluido. Abundando en ello, una edil remachó: "En primer lugar, ninguna mujer pasa el aspirador con falda de fiesta y zapatos de tacón rojos. Y después, da la impresión de que un hombre no pueda hacer las tareas de la casa. Además, esto parece una mofa a la transexualidad. Es horroroso y absurdo. Provoca más confusión y rechazo que otra cosa". A mí no me parece tan terrible (la intención, pero el cartel, uf...) , aunque como soy un paleto mi opinión vale bien poco.
Polémicas azuzadas a cuenta de lo políticamente correcto, disputas políticas aparte, todas las campañas de sensibilización sobre la materia me parecen bien. Sin embargo, como en tantas otras cosas, nos enfrentamos, básicamente, a un problema de educación. No me refiero a la campaña en sí, sino a corresponsabilizarse de las tareas del hogar, a asumir nuestras responsabilidades, a colaborar en nuestro hogar con la misma intensidad que los demás miembros del mismo.
Por muchas campañas que se hagan en esa dirección, mal vamos si no se enseñan esas cosas ya de niños. Y si no se ha recibido esa educación, esos valores, todos somos lo suficientemente adultos y/o solidarios con nuestra pareja para ser capaces de arrimar el hombro. ¿O no?
P.D.: Y un poquito más lejos, en Italia, otra polémica por un anuncio contra la violencia de género.
Pues parece ser que ese ha sido también el caso de este cartel, creado para una campaña del Ayuntamiento de Xàtiva con la intención de potenciar la igualdad en las parejas ante las tareas del hogar. Una asociación local contra la violencia de género ha cargado contra el cartel: "Tantos años de reivindicación y lucha para conseguir la igualdad, y en el año 2008 todavía hay personas que potencian y difunden ideas tan retrógradas, desagradables y desafortunadas", porque, según ellos, "para compartir [las tareas del hogar] no hace falta despersonalizarse ni cambiar de sexo". Como dijo el otro, "el medio es el mensaje", y en este caso el mensaje ha quedado diluido. Abundando en ello, una edil remachó: "En primer lugar, ninguna mujer pasa el aspirador con falda de fiesta y zapatos de tacón rojos. Y después, da la impresión de que un hombre no pueda hacer las tareas de la casa. Además, esto parece una mofa a la transexualidad. Es horroroso y absurdo. Provoca más confusión y rechazo que otra cosa". A mí no me parece tan terrible (la intención, pero el cartel, uf...) , aunque como soy un paleto mi opinión vale bien poco.
Polémicas azuzadas a cuenta de lo políticamente correcto, disputas políticas aparte, todas las campañas de sensibilización sobre la materia me parecen bien. Sin embargo, como en tantas otras cosas, nos enfrentamos, básicamente, a un problema de educación. No me refiero a la campaña en sí, sino a corresponsabilizarse de las tareas del hogar, a asumir nuestras responsabilidades, a colaborar en nuestro hogar con la misma intensidad que los demás miembros del mismo.
Por muchas campañas que se hagan en esa dirección, mal vamos si no se enseñan esas cosas ya de niños. Y si no se ha recibido esa educación, esos valores, todos somos lo suficientemente adultos y/o solidarios con nuestra pareja para ser capaces de arrimar el hombro. ¿O no?
P.D.: Y un poquito más lejos, en Italia, otra polémica por un anuncio contra la violencia de género.
(Banda sonora: That's Not My Name - The Ting Tings)
7 comentarios:
El problema fundamental es que el tamaño de la aspiradora sobrepasa el de cualquier piso actual...
El cartel es, técnicamene, bastante malo. Lo de la aspiradora podría dar para un análisis freudiano...
És trist...és trist que encara estiguem en aquest punt...
No dubto de la bona voluntat de la campanya...però el cartel és desafortunat... Pq missatge de "fer les feines de casa és guai" no dóna, no... (difícil convèncer a algú que s'apunti al tema...)
El problema fundamental es que el tamaño de la aspiradora sobrepasa el de cualquier piso actual...
I al preu que volen posar la factura de la llum, aviat serà una espècie en perill d'extinció...
Molt trist Anna, molt trist... i l'autor del cartell es mereixeria passar l'aspiradora amb talons d'agulla un parell de dies ;)
el cartel es lamentable..
Una puntualizaciòn. Cada vez que hablo con un hombre que dice que no comparte las tareas del hogar porque no le han educado para ello le pregunto que ya que le educaron para llegar virgen al matrimonio si hay tuvo tanta fuerza la educación. Por algún motivo parece que no...
"le pregunto que ya que le educaron para llegar virgen al matrimonio si hay tuvo tanta fuerza la educación. Por algún motivo parece que no"
Ah, pero a los hombres les educaban en eso?. I jo que em pensava q només era a les dones...
Els homes també tenim un rerefons, hein?
Publicar un comentario