Por fin. Se acabó. Después de casi un año liado con el asunto, con mayor o menos intensidad, c’est finie. Afortunadamente, porque mi resistencia tiene un límite y he descubierto que mi capacidad de atención y mental, también. Eso sí, todavía no sé cómo acabará el tema. Supongo que deberé esperar unas semanas para saber si tanto esfuerzo (ejem, ejem) ha servido de algo, o el sacrificio de dejar de hacer cosas que me gustaban ha sido en balde.
En otras circunstancias tal vez me sentiría como el niño que tras un periodo de encierro sale al patio a jugar con sus amigos. Pero no. Me siento agotado, mentalmente sobre todo. Es lo que tiene recalentar en exceso mi neurona. La pobre da lo que da, que cada día que pasa es menos. Así que me tomaré unos días de fiesta, no tanto para dedicarme a la dolce vita, sino porque los niños acaban el cole y hasta julio no empieza el casal de verano. Yo sí sé cómo pasármelo bien, ¿verdad?
Ahora podría empezar a hacer todo aquello que dejé aparcado todo este tiempo: leer, escribir, ver pelis, tocarme las narices (sobre todo). Ya veremos. Mientras la neurona no salga de la UCI el tema resulta complicado. Al menos será un verano tranquilo, o eso espero.
Cuatro semanas para las vacaciones. Tic tac, tic tac...
(Banda sonora: La Fuerza - Facto Delafé y Las Flores Azules)
6 comentarios:
Merecido descanso, siempre es merecido...
Barcelona Blues, "el retonno"... Quina por... ;-)
Espero que hagi anat bé!
Bonita foto. De todas formas, en vista que se ha acabado el calvario, no creo que sea el momento de saltar desde la azotea.
Buen descanso, a usted y su neuronita!
El descanso, nunca lo suficientemente ponderado.
Sí, el retonno :P Bé, amb una miqueta de sort...
La foto era como estaba hasta el sábado.
Mi neuronita, la pobre, te lo agradece.
"La foto era como estaba hasta el sábado". Otro ateo de la gravedad... XD
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