Sí, es el famoso video que Guardiola puso a los jugadores antes de la final de Roma. Un vídeo que, al igual que los métodos de su promotor, ya es objeto de estudio en las escuelas de negocios. Porque, como bien sabemos los currantes, el talón de Aquiles de muchas empresas no son los trabajadores, sino ciertos jefes.
En mi vida he tenido todo tipo de jefes. Me refiero a los directos, no a los jefazos que nunca veías ni tratabas con ellos. Ineptos, policías políticos, tocagüevos, y otros calificativos poco piadosos. Pocos, casi ninguno, se salvaría de la quema. Al final lo que esperabas era que te dejaran a tu bola, tranquilo para sacar tu trabajo, pues cuando uno ya sabe lo que tiene que hacer no necesita a un incompetente que venga a dar por saco, por no decir a sabotear.
Y es que al final se trata de eso. No necesito un jefe que me motive. Insisto, yo ya sé lo que tengo qué hacer, cuál es mi obligación. Lo que quiero es un jefe que no me desmotive. Asumo que cuando ellos la cagan la culpa caerá sobre la plebe. Sé que mis éxitos serán los suyos ante la superioridad. Al final te preguntas si realmente trabajamos con el mismo objetivo, si estamos en el mismo barco, qué sentido tiene que cada uno tire hacia su lado. En fin, he superado ese estado de dependencia caótica. Tengo un nivel de independencia que me satisface... de momento.
Qué difícil resulta dar con un jefe que te respete, te valore por tu profesionalidad y no por tu capacidad para ser un pelota. No me importa que me exija, pero a la vez espero que no me ponga el pie en el cuello cuando las cosas se tuercen. No necesito que me den palmaditas en la espalda, aunque tampoco me gusta recibir puñaladas traperas. Pido demasiado, lo sé. Y así me ha ido.
Lástima no haber tenido un jefe como Guardiola.
(Banda sonora: La Copa de Europa - Los Planetas)
En mi vida he tenido todo tipo de jefes. Me refiero a los directos, no a los jefazos que nunca veías ni tratabas con ellos. Ineptos, policías políticos, tocagüevos, y otros calificativos poco piadosos. Pocos, casi ninguno, se salvaría de la quema. Al final lo que esperabas era que te dejaran a tu bola, tranquilo para sacar tu trabajo, pues cuando uno ya sabe lo que tiene que hacer no necesita a un incompetente que venga a dar por saco, por no decir a sabotear.
Y es que al final se trata de eso. No necesito un jefe que me motive. Insisto, yo ya sé lo que tengo qué hacer, cuál es mi obligación. Lo que quiero es un jefe que no me desmotive. Asumo que cuando ellos la cagan la culpa caerá sobre la plebe. Sé que mis éxitos serán los suyos ante la superioridad. Al final te preguntas si realmente trabajamos con el mismo objetivo, si estamos en el mismo barco, qué sentido tiene que cada uno tire hacia su lado. En fin, he superado ese estado de dependencia caótica. Tengo un nivel de independencia que me satisface... de momento.
Qué difícil resulta dar con un jefe que te respete, te valore por tu profesionalidad y no por tu capacidad para ser un pelota. No me importa que me exija, pero a la vez espero que no me ponga el pie en el cuello cuando las cosas se tuercen. No necesito que me den palmaditas en la espalda, aunque tampoco me gusta recibir puñaladas traperas. Pido demasiado, lo sé. Y así me ha ido.
Lástima no haber tenido un jefe como Guardiola.
(Banda sonora: La Copa de Europa - Los Planetas)
9 comentarios:
Hipoteca, la motivación de los mortales...
ya es objeto de estudio en las escuelas de negocios.
No m'estranya...Ha aconseguit que es venguin dvds de "Gladiator" com xurros! (jo hi ha coses que no entendré mai...)
Lástima no haber tenido un jefe como Guardiola.
Doncs t'hauria fet suar la cansalada...
El tema és que hi ha gent que no serveix per manar i hi ha gent que no serveix per ser manada. I tot i així la gent s'entesta a mantenir-ho...
I l'altra tema és la gent que es nega a entendre que tenint al personal content es treballa més i millor.... (però no...no hi ha manera...)
yo he tenido un par de jefes muy buenos y otros mas cerca del extremo contrario. Y con estos ultimos lo peor es que consiguen desmotivarte, muy cierto
Hipoteca, y el resto de las facturas. Eso sin contar a los churumbeles.
És impresionant que la gent compri el dvd de Gladiator quan ho poden baixar d'intenné, sí.
El tema és que hi ha gent que no serveix per manar i hi ha gent que no serveix per ser manada
Jo i jo.
Las empresas parece que no se dan cuenta que un jefe desmotivador puede ser el principio del fin de una empresa. Aunque, a diferencia del fútbol, resulta más fácil echar a los trabajadores que al jefe.
Guardiola es buen jefe, entre otras cosas, porque ha sido monaguillo antes que fraile. La mayoría de los jefes, no todos por suerte, se limitan a pedir sin saber lo que piden.
Aich, qué mal rollo...
Pues mire, más que buenos jefes, hacen falta buenos profesionales en lo suyo y punto. O que nos digan a los habitantes de Ciudad Olívica lo "contentos" que estamos con los trabajadores del metal y sus "pacíficas" reivindicaciones frente a sus "comprensivos" jefes.
Le dejo que me quedo sin comillas.
Pregúntale a Etoo de qué sirve la motivación. El hombre lo ha dado todo por demostrar su valía (le ha dado dos Champions al Barcelona con goles vitales, entre otras cosas), pero se ve que Guardiola no lo valora, porque ahora lo quiere largar, por segunda vez. Para Etoo parece que no existe otro modo de motivación que cerrarle puertas. Esto sirve como ejemplo de que no existe mayor motivación que el orgullo herido de un buen profesional.
Saludos
Haber sido fraile antes que cocinero (¿o era al revés?) ayuda lo suyo. Pero claro, lo cool es saber idiomas y tener masters, más que conocer de primera mano el sector en el que te mueves.
Lo del metal de Vigo es un poco heavy. ¿Es necesario resucitar a los hunos para defender tus derechos laborales? ¿Hay que joder a los demás trabajadores para intentar salirte con la tuya?
No tengo tan claro que Guardiola quiera largar a Eto'o. Sin embargo, si algo se aprende con los años es que nadie, nadie, es insustituible.
Eso va también por esos chusqueros que se creen que forman parte del ADN de la empresa y cuando se van, al día siguiente de la fiesta de despedida, ya nadie se acuerda de ellos. Y lo más curioso, la empresa sigue subsistiendo perfectamente sin ellos.
Los currantes se dividen en dos:
-Los que emplean su tiempo en trabajar.
-Los que, subrepticiamente, dividen su tiempo en simular que están muy atareados trabajando cuando hay jefes cerca y hacerle la rosca al jefe.
El tiempo que el sujeto B no emplea en currar lo tendrá que cubrir el sujeto A por estar el sujeto B celebrando su ascenso en un top-less.
Un abrazo y espero que todo le ruede de maravilla.
Publicar un comentario