Según un estudio, si los españoles tuvieran que cambiar su acento elegerían el argentino, el andaluz, el madrileño y, en menor medida, el mexicano. Gustos particulares ciertamente. Lo curioso de esa encuesta (¿a quién demonios preguntarán?) es que, ojo al dato, los españoles eligen como acento favorito, con un 34%, el de Karlos Arguiñano. Curioso, vasco, vasco, poco que ver con los acentos optativos que antes se señalaba.
Después le siguen el de Enrique Bunbury, con un 10%. Me gusta Héroes del Silencio, y su voz cuando canta. Cuando habla más bien poco. Y lo mejor es la medalla de bronce: ¡Chiquito de la Calzada!, con un 6%. Sin comentarios. Hombre, para echarse unas risas pos bueno, pero ¡hablar cómo él! Acabáramos.
Recuerdo cuando al poco de estar en Madrid me dijeron que tenía acento catalán. Me sorprendió, de verdad. Estaba cuasi convencido de que hablaba un castellano de Salamanca. No es broma. Es cierto que tenía dejes propios del catalán, pero siempre me quedó la duda sobre si su opinión lingüística venía condicionada por su conocimiento de mis orígenes periféricos. Así que decidí enmascararme, mimetizarme con el entorno, usando valiosos comodines idiomáticos locales, como el "¿sabes?" al acabar una frase. Claro que la intimidad, como cuando iba en metro, seguía usando el catalán.
Es más, ¿cómo me sacarían ese acento? Si soy una persona de pocas palabras... por si acaso.
Después le siguen el de Enrique Bunbury, con un 10%. Me gusta Héroes del Silencio, y su voz cuando canta. Cuando habla más bien poco. Y lo mejor es la medalla de bronce: ¡Chiquito de la Calzada!, con un 6%. Sin comentarios. Hombre, para echarse unas risas pos bueno, pero ¡hablar cómo él! Acabáramos.
Recuerdo cuando al poco de estar en Madrid me dijeron que tenía acento catalán. Me sorprendió, de verdad. Estaba cuasi convencido de que hablaba un castellano de Salamanca. No es broma. Es cierto que tenía dejes propios del catalán, pero siempre me quedó la duda sobre si su opinión lingüística venía condicionada por su conocimiento de mis orígenes periféricos. Así que decidí enmascararme, mimetizarme con el entorno, usando valiosos comodines idiomáticos locales, como el "¿sabes?" al acabar una frase. Claro que la intimidad, como cuando iba en metro, seguía usando el catalán.
Es más, ¿cómo me sacarían ese acento? Si soy una persona de pocas palabras... por si acaso.
(Banda sonora: More than words - Extreme)
8 comentarios:
Pero que estudios más tontos...que haya gente ganando dinero con estas cosas...
A mi en Madrid no detectaron mi procedencia. AUnque ahora desde fuera creo qeu si tengo bastantes tics geograficos.
Lo de ciertos estudios es un Expediente X. Como tú dices, resulta alucinante que se gasten pasta en esas chorradas. Para rollos de márketin, supongo.
Cómo te lo iban a detectar, si llevabas una bufanda del Madrí :P
Y ya puestos a preguntar tonterias... el acento "duquesa de alba" era una opcion???
Lo de la Duquesa más bien es un idioma propio... o un balbuceo...
Jo millor no dono la meva opinió sobre els estudis d'opinió (que ja l'he donada moltes vegades)
I a mi, quan vaig de visiting pels puestus, m'han dit de tot, de que si sóc alemanya, que si sóc vasca, que si sóc... Fins que obro la boca i em surten aquestes laterals aproximants velars sonores i aquestes oclusives tan característiques del meu català "urbanita de pro" ...je...
Però no m'havia plantejar mai si m'agradaria tenir un altre accent... (i ara que ho penso, tampoc m'ho penso plantejar...)
no m'havia plantejar mai si m'agradaria tenir un altre accent...
Jo soc així... i punto pelota :P
En una ocasión hable con un inmigrante turco que intentó venderme una chaqueta de cuero que hablaba en una mezcla de acento catalán, andaluz y arabe que era perfectamente comprensible pero que no creo que ni Robert de Niro en sus buenos tiempos hubiera podido reproducir.
Cualquiera que haya hecho turismo por Marruecos o Egipto, habrá comprobado el don de lenguas que tienen los vendedores allí.
Yo siempre fui un mal comercial :(
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