Hablar por no callar

Yo nunca he sido de estudiar por la noche. Por eso, una noche poco antes del examen hacía zaping dejando pasar el tiempo antes de irme a dormir. Como estaba grabando el video, no podía ver el TDT, donde el zapeo es más llevadero por la sencilla razón de que hay más basura para escoger. Así que me quede en el 33 (la segunda cadena de TV3). Echaban "Agora", un programa de debate.

Era sobre "La Europa liberal", un programa ideal para acabar de dormirme. Se trata de un debate "civilizado": la gente no chilla, no pisa el turno de palabra de los demás, no acusa al otro bando de los peores pecados, todo ello en aras de la libertad de expresión y el libre derecho a la información, faltaría más. Lo que me hizo gracia fue el currículum de los tertulianos: un filósofo, una política, una escritora, un economista y un historiador. Ahorro los nombres de los pimpollos en cuestión para que nadie piense que les tengo ojeriza.

El único que defendía la causa liberal (que no neoliberal, ni conservador-liberal tipo PP) era el economista. Yo llegué a la parte final del debate, en el que pontificaban sobre la crisis, llenándose la boca con todo tipo de lugares comunes sobre la misma. Vamos, que hasta yo con corbata y afeitado casi hubiera dado el pego en esa mesa, fijáos el nivel que tenía el evento. Y es que resulta tan fácil hablar a toro pasado sobre absolutamente cualquier cosa...

Es lo bueno que tiene la tele, casi siempre salen los mismos hablando de todo como si supieran de lo que hablan, cuando los expertos de verdad solo lo son en temas muy concretos. Claro, lo bonito es que los miembros de esa etérea sociedad civil, que a mí más bien me parece una sociedad secreta tipo Skulls, nos digan cómo funciona el mundo. Sí, los mismos que ostentan o han ocupado cargos de responsabilidad política o en Administraciones, han gozado de prebendas que nosotros -míseros mortales- jamás hemos catado ni lo haremos, no miran de reojo al euribor porque su cuenta está más que saneada, etc., etc. ¿Y a mí estos me van a dar lecciones de qué?

La epifanía de la civilización televisiva y el buen rollo concluyó con la promoción, por parte del moderador, de libros de cuatro de los cinco tertulianos. Así da gusto ir a la televisión, ¿verdad?

Yo, de mayor, también quiero ser tertuliano.

(Banda sonora: Way Out - Ellen Allien & Apparat)

8 comentarios:

acolostico dijo...

Yo también quiero ser tertuliano. De deportes incluso mejor.

Anna dijo...

Yo, de mayor, también quiero ser tertuliano.

Psé... és una bona sortida laboral...
Però posats a triar, prefereixo ser propietària de Google...

manu dijo...

Pues montemos nuestra propia emisora, digo. Y de ahí a que nos fichen para hacer monólogos en La Sexta o despellejar al prójimo en Telecinco o Antena 3 solo hay un paso.

Anna, demanem coses possibles, no miracles...

Anna dijo...

Anna, demanem coses possibles, no miracles...

No em treguis la il·lusió!

Je...

Pepi Toria dijo...

Lo que más me gusta del cole, el recreo, del pan, el chorizo y de la tele, el sofá.

Replicant dijo...

"Yo, de mayor, también quiero ser tertuliano".
Doncs jo m'estimaria més que algú pagués una morterada per entrevistar-me a mi soleta...i després vaig i em retiro...

Marta dijo...

Des de cuando hay que saber para opinar en las tertulias?? Yo hace mucho que digo que las tertulias de futbol del bar con los colegas darían el pego en cualquier medio de comunicación

manu dijo...

En breve tendré un supersofá. Porque yo lo valgo.

No, dona, jo sempre he volgut ser milionari, però si es poden guanyar calers sense donar un pal a l'aigua, doncs ja m'està bé.

Está claro que con un poquito de sentido común cualquiera podría estar en una tertulia televisiva o radiofónica.