Dos elementos distinguen al ser humano sobre el resto de animales: su propensión a tropezar n veces con la misma piedra y, ligado muchas veces a lo anterior, su capacidad para el autoengaño. Para los animales tales defectos supondrían la muerte; para nosotros, daños en la autoestima, arrastrarnos por el suelo y/o una vida más o menos desgraciada.
Ved si no la película "Pretty Woman" recientemente emitida, otra vez, por televisión. Total, qué son 13 veces en solo 15 años. Sí, debe ser duro el año que no toca su emisión. Pero esas pruebas que nos pone la vida, o los programadores de TV, ayudan a fortalecer nuestro carácter. Pues bien, cada vez que la echan, líder de audiencia. Cada vez tiene menos espectadores, eso sí, pero ningún otro programa resiste tan rosa competencia.
Yo soy un experto en titulares, quiero decir, que nado muy bien por la superficie y no me gusta meterme en profundidades. Cuando estaba liado, leí -el titular y pocas explicaciones más- de un artículo dominical. Venía a decir (el artículo por boca de los expertos) que muchos problemas de pareja nacían por la imagen idealizada de la vida en y de pareja que tenían, sobre todo las mujeres, debido a las películas de Hollywood. Sí, remarcaba que las pelis europeas eran, a ese respecto, más realistas en su visión de la pareja, en contraposición al rollo romántico y caramelizado yanqui.
Pues eso, que Richard Gere es un trasunto del príncipe azul metido a Pigmalion. En la ficción, por supuesto. Esas cosas no pasan de verdad, hacedme caso. Ya lo sabéis, chicas, así que mejor que no pidáis peras al olmo. Sí, ya, esto es como cuando descubres que los padres son los Reyes Magos. Al principio te cabreas, luego lo entiendes y lo ves como lo más normal del mundo.
Soñar un rato está bien. Lo que dura una película, por ejemplo.
(Banda sonora: Alright - Supergrass)
Ved si no la película "Pretty Woman" recientemente emitida, otra vez, por televisión. Total, qué son 13 veces en solo 15 años. Sí, debe ser duro el año que no toca su emisión. Pero esas pruebas que nos pone la vida, o los programadores de TV, ayudan a fortalecer nuestro carácter. Pues bien, cada vez que la echan, líder de audiencia. Cada vez tiene menos espectadores, eso sí, pero ningún otro programa resiste tan rosa competencia.
Yo soy un experto en titulares, quiero decir, que nado muy bien por la superficie y no me gusta meterme en profundidades. Cuando estaba liado, leí -el titular y pocas explicaciones más- de un artículo dominical. Venía a decir (el artículo por boca de los expertos) que muchos problemas de pareja nacían por la imagen idealizada de la vida en y de pareja que tenían, sobre todo las mujeres, debido a las películas de Hollywood. Sí, remarcaba que las pelis europeas eran, a ese respecto, más realistas en su visión de la pareja, en contraposición al rollo romántico y caramelizado yanqui.
Pues eso, que Richard Gere es un trasunto del príncipe azul metido a Pigmalion. En la ficción, por supuesto. Esas cosas no pasan de verdad, hacedme caso. Ya lo sabéis, chicas, así que mejor que no pidáis peras al olmo. Sí, ya, esto es como cuando descubres que los padres son los Reyes Magos. Al principio te cabreas, luego lo entiendes y lo ves como lo más normal del mundo.
Soñar un rato está bien. Lo que dura una película, por ejemplo.
(Banda sonora: Alright - Supergrass)
7 comentarios:
Madre mía, estimado Manu, se impone la famosa cuestión de preguntarle si está Vd. en plan "pesimista" o "realista" (como ladinamente diferencia un amigo mío propenso a la melancolía).
Quizás el cuento que nos han contado tiene más fallos que el cerebro de Belén Esteban; pero es que necesitamos los cuentos como válvula de escape, necesitamos que los niños crezcan pensando que los finales felices son posibles; pero, especialmente, necesitamos que los niños se duerman de una puñetera veeeeez!!! (¿este hijo mío no estará cansado ya?).
Afectadísimos e insomníceos saludos.
Madre mía, estimado Manu, se impone la famosa cuestión de preguntarle si está Vd. en plan "pesimista" o "realista" (como ladinamente diferencia un amigo mío propenso a la melancolía).
Quizás el cuento que nos han contado tiene más fallos que el cerebro de Belén Esteban; pero es que necesitamos los cuentos como válvula de escape, necesitamos que los niños crezcan pensando que los finales felices son posibles; pero, especialmente, necesitamos que los niños se duerman de una puñetera veeeeez!!! (¿este hijo mío no estará cansado ya?).
Afectadísimos e insomníceos saludos.
Ya lo sabéis, chicas, así que mejor que no pidáis peras al olmo.
“Chicas y chicos”, Manu… que les expectatives massa altes porten a la decepció a tothom…
Però sempre anem al mateix punt: si....no s’han de tenir expectatives massa altes...o s’han de tenir realistes... Però això no vol di que s’hagin de baixar fins al punt d’acceptar una cosa que no t’interessa…
Mucho peor que buscar al príncipe, es intentar convertir en príncipe a lo que ya se tiene. Ojalá muchas/os que se hayan en tan ardua (e idiota) tarea, siguieran simplemente buscando sin comprometer así la salud mental de terceros.
Por cierto, cuanto desencanto emanan sus últimas publicaciones, hay que animarse señor mío, que nos va a contagiar a toda la parroquia! ;)
Ya lo sabéis, chicas, así que mejor que no pidáis peras al olmo.
Però com diu l'Anna, això no vol dir que ens haguem de conformar amb un cardo qualsevol ;)
Ved si no la película "Pretty Woman" recientemente emitida, otra vez, por televisión. Total, qué son 13 veces en solo 15 años.
Només 13??? I a mi em sembla que la xifra hauria de ser més propera a 31 que a 13...
Pesimismo, realismo, acaban siendo caras de la misma moneda. Los sueños, como los cuentos, sueños son. No dejan de ser la droga más barata para evadirse de la realidá.
Ah, ya estás en plena fase de déficit de sueño: únete al "enemigo", porque esa batalla está irremediablemente perdida hasta que decida dormir con normalidad. Si lo sabré yo...
Jo no dic res sobre baixar el llistó, perquè és millor sol que mal acompanyat, però no fer-se il·lusions (en res) és força efectiu. Ja, negatiu potser, però es lo que hay.
Sí, las conversiones forzosas no suelen funcionar. Al final acabas volviendo a tus hábitos "naturales", o la cabra tira al monte. Y lo más normal es que los intentos de cambio no consigan nada más que la ruptura o el cabreo.
Supongo que en unas semanas me habrá bajado la adrenalina y esté de menos mala leshe :)
Eh, jo no he parlat en cap moment del físic, sino en un plànol, com dir-ho, més espiritual.
31 tindria la Julia Roberts quan va fer la peli, no ho sé...
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