¡Banzai!

De sobras es conocido que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. No sé, debe tener su encanto caerse. Tal vez no. Simplemente se trate de que no podemos evitar seguir ciertos caminos que nos llevan a la (auto)destrucción. Como en la película basada en la Carga de la Brigada Ligera, avanzamos hacia el desastre sin plantearnos las consecuencias, convencidos de lo que hacemos, con la cabeza alta y una sonrisa en la cara. No en vano, esa forma de inmolarse también cuenta con su épica.

El camino de la construcción personal a veces se edifica sobre sucesivas destrucciones. Te caes y te levantas, te caes y te levantas... No suele ser algo premeditado, por lo general desearías ahorrarte los malos tragos, pero -insisto- no lo puedes evitar porque tomas las decisiones que crees correctas, aunque luego se demuestre el error. Temerario, tonto, llámalo como quieras.

Como cantaba Fito, a veces nos enganchamos a "la más guapa y a la menos buena". Bien, lo de la más guapa tampoco tiene que ser literal, aunque sí nos lo parezca a nosotros. En su momento le previne sobre aquella relación. Una vez nada más, de manera tangencial, en temas íntimos no me entrometo si no me dan vela en el entierro. Sin embargo, cual príncipe de cuento, ahí estaba él, dispuesto a meterse en la cueva del dragón. Cuando alguien está tan convencido no puedes sino apoyarle en su decisión y cruzar los dedos, rogando que seas solo un mal pensado.

Volvió como los restos desmadejados de un naufragio, empujados hasta la orilla por la marea. Conozco esa mirada, reconozco las heridas que dejan esas caídas por mucho que se intenten ocultar. En ocasiones somos como mariposas que vuelan en pos del fuego. Y cuando revoloteas en torno a las llamas, tarde o temprano te quemas. Así que no insistí. Cada uno se desahoga como mejor le conviene. Solo te queda estar ahí, disponible, por si quiere aligerar la carga. O simplemente, para que sepa que le entiendes, para animarle.

La vida sigue. Uno debe lamerse las heridas para que cicatricen antes de la siguiente caída.

(Banda sonora: Remember Me - British Sea Power)

Graceling

Después de leer "Los juegos del hambre" decidí seguir probando con la novela juvenil. Hoy le toca a "Graceling", la enésima aventura fantástica ambientada en un mundo medievaloide, el de los 7 reinos. Katsa es sobrina del rey y tiene la gracia de matar, es casi invencible, por lo que todo el mundo la teme. Máxime cuando su tío la usa para castigar a todos los que osan enfrentarse a él o simplemente le disgustan. Pero ella, con su primo el heredero y unos cuantos fieles, ha creado una especie de resistencia para luchar contra las injusticias. Así, rescatarán a un anciano noble de otro reino, encerrado en el castillo del reino vecino. Eso les llevará a investigar los motivos del secuestro, descubriendo un peligro capaz de amenazar la paz en los 7 reinos.

Katsa, que ya es una joven a punto de abandonar la adolescencia ha arrojado la toalla ante la incomprensión de los demás, debido al miedo que su poder les produce. Eso será hasta que conozca a Po, nieto del noble secuestrado. Él también tiene una gracia muy especial. Eso hará que ambos se unan, que aprendan a superar sus propios miedos, y a que Katsa se vaya volviendo más "humana" y descubriendo su auténtico lugar en el mundo.

Escritura funcional, la novela se desarrolla a modo de thriller para descubrir a los secuestradores, debiendo para ello viajar por varios reinos hasta dar con los culpables. Realmente no le supe encontrar la gracia al libro en cuestión.

Primero, cómo no, de una trilogía, con éste yo ya he cumplido.



Graceling; Kristin Cashore; Roca juvenil; 2009; traducción de Mila López Díaz-Guerra; 394 páginas.

(Banda sonora: Seven Nation Army - The White Stripes)

¿Cuál es el problema?

Que después de sentarte, lo primero que haga el médico sea preguntarte "¿cual es el problema?" da que pensar.

Pensar que me debo estar haciendo mayor.

(Banda sonora: - )

Pecholobo

Qué bonito resulta viajar en metro. Como un safari. Urbano. Volvía del trabajo, en pleno invierno, y un señor iba descamisado. Si se desabotonaba otro botón ya se le vería el ombligo, vamos. Una visión espantosa, puedo dar fe. Incluso espeluznante. Y en invierno. La ventaja que tiene ser miope consiste en quitarte las gafas y automáticamente difuminar la realidad. Aunque tampoco es eso, ¿no?

Resulta admirable su falta de vergüenza. Yo no podría. Soy demasiado pudoroso -y consciente de mi deplorable aspecto- para exhibir mis carnes fuera de lo que es una playa, territorio donde esos errores de la naturaleza pueden mostrarse libremente y sin demasiado cargo de conciencia (o mi terraza). Pero todo tiene un límite, creo yo. Tal vez estuviera muy orgulloso de sus lorzas, lo cual resulta todavía más loable, ¿pero es necesario compartirlas con los demás? Sí, en una chica posiblemente no me escandalizaría tanto (es un decir, por supuesto), si bien es cierto que en verano a más de una también deberían prohibirle vestir un top.

Soy un intolerante. ¿Acaso solo los guapos y las guapas tienen derecho a lucir sus cuerpos serranos? ¿Los feos no podemos reivindicar nuestras anatomías? En realidad tendría que admirar esa falta de complejos, no sé si por estar a gusto consigo mismo o por simple pasotismo. Y no, no se trata de no aceptarse tal cual es uno, sino -precisamente- de aceptar sus condicionantes.

Visto lo visto, le recomendaría al amigo pecholobo para el próximo Carnaval disfraces de legionario, gladiador, hombre-lobo, es decir, acordes con sus pectorales. Uno tiene que aprender a sacarse el máximo partido.

(Banda sonora: Darkest Dreaming - David Sylvian)

Mi teoría de la relatividad

Hay que aprender a relativizar, a tomarse las cosas con filosofía, a no darle más importancia de la que realmente tiene. Hay que intentar ver el lado positivo de las cosas, porque si no está en tu mano cambiarlo al menos que te escueza menos. Hay que pensar más en lo que tú quieres y menos en lo que los demás esperan de ti.

Porque (casi) todo es relativo. ¿O no?

Aummmm...

(Banda sonora: Friend of the Night - Mogwai)

Armas de destrucción masiva laboral

Hay dos grandes frases en el mundo laboral, convertidas ya en meme, sino incluso en lemas pseudoreligiosos. Veamos la primera obra de arte:
Esto no es mío.

Grande. Sublime. Insuperable. En sus dos acepciones: a) mío, como algo particular. b) o bien como de mi sección, departamento y, por ende, ajeno a mi responsabilidad.

Pero algunas veces el uso de esta frase se enfrenta a contrahechizos de magos de primer nivel. Amigos, no perdamos la calma. El currante avezado, preparado ante tal eventualidad, tiene en su manga un as de tal calibre que ni todos los poderes de Harry Potter pueden contrarrestarlo. La segunda frase de poder es:
Eso siempre se ha hecho así.

Claro que mi amiga Montse me recordó el otro día otra muy buena, que no recordaba:
A mí no me pagan por pensar.

Ole, ole y ole. Ante esto, ¿qué? Probad a superadlo si podéis.

(Banda sonora: Girl From The BBC - Official Secrets Act)

¿Cortesía?

Estoy sacando dinero del cajero y oigo renegar a mi espalda. No me sorprende. Últimamente estoy muy protestón, incluso demasiado para mi gusto. Un hombre se queja a su acompañante porque ha aguantado la pesada puerta de la entrada para dejar entrar o salir a alguien (todavía no veo de espaldas) y el susodicho ha pasado como una exhalación sin molestarse en dar las gracias.

He sentido simpatía por el tipo. Yo he hecho lo mismo. También he cedido el paso en puertas varias, ascensores y otras variadas muestras de urbanidad, no me atrevo a llamarlo cortesía. Ni que decir tiene que también he saludado sin recibir la menor respuesta. No siempre es así, pero visto el éxito mayoritario de esas conductas cívicas uno se pregunta si merece la pensa seguir comportándose amablemente.

Ya, si todos dejamos de hacerlo entramos en la ley de la selva. Pero, ¿por qué tenemos que seguir poniendo la otra mejilla unos cuantos? Porque no solo no te lo agradecen, encima parece que eres tonto. Cuando oigo rugir sobre el tema de la educación siempre recuerdo estos ejemplos. ¿Cómo podemos esperar educación, respeto y buenos modales cuando los mayores somos los primeros cafres, damos tan mal ejemplo a nuestros hijos? Joé, que la culpa no es del colegio, es nuestra, a ver si nos enteramos de una puñetera vez.

Otro ejemplo. Un crío de Infantil sacude un palazo (pala de plástico, no de la construcción) a otro en el patio. Resultado: varios puntos en la nariz de la víctima. Dice que fue un accidente al tirar la pala al aire, otros niños testigos dicen que le arreó a sabiendas. El cole se lava las manos. Consecuencias: al día siguiente el padre del "agresor" le dice a la madre de la "agredida"que esta vez le ha tocado a ella, que se joda. Literalmente. Alucinante. Sin comentarios.

Luego nos extrañamos de la indisciplina escolar, de los chavales salvajes, de los casos de violencia juvenil. Entre lo que nos ven hacer a los mayores y nuestra permisividad para con sus desmanes, qué esperamos. Recogemos lo que hemos sembrado.

(Banda sonora: Que tinguem sort - Dani Flaco)

Cumbres borrascosas

Mi neurona tiene una peculiar forma de establecer conexiones. Estaba tan ricamente en el sofá viendo "1408", una peli de terror, y en una determinada escena saltó el maldito flashback neuronal. John Cusack, el prota, es un escritor que tras una prometedora primera novela se decanta por escribir funcionales libros de misterio tras sufrir una desgracia personal.

Tiene una presentación de su última obra en una librería. Acude al mostrador. El dependiente no sabe quién es, apenas recordaba lo de la presentación. En la sala hay unos 4 espectadores. Le preguntan las frikadas de rigor, que el escritor responde con desapego y cierta ironía (que los frikis parecen no captar). Al final, en la firma de ejemplares, la última chica le pregunta sobre la relación entre padre e hijo descrita en aquella brillante primera novela. Él se escapa por los cerros de Úbeda, se nota que le afecta la cuestión, máxime cuando la chica le insiste en los motivos por los que no siguió la senda literaria iniciada en aquella novela.

Entonces me recordé a mí de joven, cuando realmente ambicionaba un determinado futuro profesional. Entonces el trabajo era muy importante para mí. Aspiraba a ciertas metas. Pero ciertos desengaños me hicieron abrir los ojos. Perseguía un espejismo o, peor, una no-vida. Descubrí la verdad que guarda el tópico de trabajar para vivir, pero no al revés. Vi que para alcanzar lo que me había propuesto debería realizar una serie de sacrificios, pagar un precio alto. Decidí que no me compensaba. Asumí que no tenía estómago para tragar con según que. Con el tiempo he comprobado lo acertado de mi decisión. Ahora vivo más relajado (y más pobre).

A veces las cumbres pueden resultar muy frías, inhóspitas, desagradables. A cambio gozas de unas bonitas vistas. Pero cada uno debe seguir su propio camino y asumir las consecuencias.

(Banda sonora: Bloodsport - Official Secrets Act)

Los juegos del hambre

La vida es chunga. Catnip es una adolescente que debe cuidar de su madre y su hermana pequeña. Por eso se arriesga a que la capturen como cazadora furtiva con su amigo Gale. La -relativa- tranquilidad termina cuando llegan a la ciudad los emisarios del Capitolio, el gobierno dictatorial de los 12 distritos. Hay que elegir a los dos candidatos, chico y chica, que representarán a este distrito en los septuagésimocuartos juegos del hambre. Hambre, sí, porque cada distrito está especializado en un aspecto productivo, y lo que los une a todos son el hambre y las privaciones que sufren para que el Capitolio goce de todo tipo de lujos y prebendas. Cuando sale el nombre de su hermana pequeña, Catnip decidí salir por ella. Tal vez tenga una oportunidad, algo que no tendría una cría de doce años.


Ella y el otro chico elegido, deberán viajar al Capitolio para participar en los Juegos. Viajarán con ellos un hombre, el único ganador que ha tenido su distrito, y una mujer, una especie de relaciones públicas, ambos con el objetivo de prepararlos para lo que les espera y conseguirles patrocinadores que les apoyen durante los juegos, el espectáculo televisivo del año, algo que -quieran o no- deben ver todos los ciudadanos. A partir de ahí comenzará una lucha a muerte entre los veinticuatro participantes. Solo puede ganar. El que gane dejará la miseria para siempre para convertirse en alguien rico y famoso. Pero ella es una rebelde y no está dispuesta a plegarse por el sistema.

El argumento en sí es todo menos novedoso. Varias películas ("Battle Royale", por ejemplo) y alguna novela ya tocan el argumento de todos contra todos, y el que quede se lo queda todo. Es más, el final lo podemos predecir. Entonces, ¿qué gracia tiene esta novela? Porque tenerla, la tiene. Pues la descripción del mundo surgido tras una hecatombe, un poco y salvando las distancias, con la serie "Jericho", en el que tras un atentando nuclear el establishment crea una dictadura con apariencia de democracia y cambia las reglas del juego. Y, sobre todo, atrae lo que se intuye, o más bien, sus implicaciones, máxime cuando sabemos que ésta es la primera de una serie de tres novelas. Además, Suzanne Collins, sabiendo que nos imaginamos cuál es el destino final de la protagonista, le da al asunto un par de vueltas de tuerca que consiguen sorprender.

Sí, es una novela juvenil, pero no por ello deja de ser recomendable su lectura.


Los juegos del hambre; Suzanne Collins; Molino; 2009; traducción de Pilar Ramírez Tello; 396 páginas.

(Banda sonora: Skeleton Boy - Friendly Fires)

Autoayuda o los vendedores de humo

No puedo más. Si me sigo mordiendo la lengua, me enveneno. La contraportada de El Periódico se dedica a entrevistas. Antes dedicaban una semanal al menos a rollos de autoayuda, de la mano de Gaspar Hernández, creo que periodista. Ahora, supongo que debido a que la gente busca más "respuestas" debido a la crisis, la han pasado al suplemento dominical. Es decir, la paparrucha y quien le da pábulo reciben un ascenso.

Siempre me pareció una excentricidad en un diario presuntamente serio. Hasta que un día el mago Gaspar se sacó de la chistera a un hombre (un yogui o un rollo parecido) que afirmaba que no comía desde hacía no sé cuántas décadas: se alimentaba de la luz solar, miraba fijamente el sol durante varios minutos al día. ¡Cágate, lorito! De juzgado de guardia. Eso ya no era una simple engañifa, sino fraude y un atentado contra el más elemental sentido común. Sería incluso motivo de chanza si no fuera porque algún alma cándida pueda tragarse esas memeces y seguirlas al pie de la letra, con las catastróficas consecuencias que podrían acarrear, tanto para la salud física como para la mental.

Recuerdo, para más inri, que poco después de tamaña barbaridad a Gaspar Hernandez le concedieron un premio literario. Bueno, en realidad eso tampoco supone un gran mérito en este país, en el que tan pocos escriben en catalán: ayuda muy mucho trabajar en un medio de comunicación. Así nos luce el pelo.

Desde esa "famosa" entrevista han habido muchas más. Algunas meras chorradas de embaucadores de verbo fácil. Otras rozan el esperpento con absurdas teorías. La que ha motivado que por fin escriba un post sobre el tema: el tapping (no, no es irse de tapeo), "técnica que acaba con bloqueos emocionales con golpecitos de los dedos". Sin comentarios.

En fin, todos conocemos el significado de términos como sugestión y placebo. Jetas, mercachifles y vendedores de humo han existido siempre. De ahí el boom de los libros de autoayuda, los rollos new age, etc. Lo lamentable es que se les dé cancha en un medio de comunicación, como decía antes, presuntamente serio. La razón está clara: porque estas pamemas venden. Les importa un pepino que sean más falsas que un duro sevillano.

Ya, posiblemente soy un intransigente, y es del todo cierto que soy un incrédulo. Pero la lista de los que me quieren tomar el pelo empieza a ser tan larga que, lo siento, me pongo de mala leche.

(Banda sonora: Heysátan - Sigur Rós)

Feocracia

Los críos me habían pedido llevarlos alguna vez a mi trabajo. Habíamos pasado por delante en alguna ocasión y les había dicho que ahí trabajaba el papa. Cuando algo les interesa bien que se quedan con la copla. Además, yo de chaval había ido al trabajo de padre y me encantaba, bien es cierto que aquello si que era chulo de verdad. Aprovechando el final de las vacaciones, que no teníamos nada mejor que hacer (sí, es triste, lo sé), y que a David le encanta viajar en metro y tren, nos pusimos en marcha.

Ya se sabe, lo típico: ¡qué niños más guapos! Descubrieron también que David lo pregunta todo. Ahora ya entienden porque llego todas las mañanas como una moto. Luego llegaron un par de compañeras del café. Qué guapos, otra vez, no se parecen a su padre. Afortunadamente, dije yo riéndome. Yo no me tomo esas cosas a mal. En absoluto. Me alegro que no se parezcan a mí. En ningún aspecto. Por su propio bien, está claro. No tengo ni el consuelo del tópico ese de la belleza interior.

Recuerdo que de chaval había un montón de críos feos. Yo incluido. En cambio, ahora, resulta difícil dar con ellos. No diré que todos sean guapos, pero feos no abundan. Tal vez, como comentaron ellas con sorna, tal vez sea que la raza está mejorando. Por la parte que me toca me alegro.

Los feócratas somos una raza en extinción. Nadie nos echará de menos, y yo menos que nadie.

(Banda sonora: Allí donde solíamos gritar - Love of Lesbian)

Los abandonados

Nueva producción de terror de Filmax para el consumo internacional, dirigida por Nacho Cerdá. Unos gemelos llegan con su madre moribunda a una granja. Cuarenta años después una de esos gemelos viaja hasta Rusia. La han nombrado heredera de aquella granja. Viaja hasta ese lugar perdido de la mano de dios y llegan, cómo no, de noche, en medio de una tormenta. El lugar es una edificación decrépita en una isla. Allí la dejan sola. A partir de ahí empieza a descubrir cosas de su pasado.

Enésima revisión de la casa encantanda, con sus fantasmas y terribles hechos de pasado típicos en estos casos. La verdad, el argumento (¿?) me pareció que rozaba lo absurdo e insostenible. Por fortuna, la realización del señor Cerdà francamente me gustó, sobre todo el uso de la fotografía, las sombras que realzan la angustia en los rostros de los protas. De otra manera, la película no habría quien la aguantara. “Los abandonados” me parece un buen ejemplo de perfección técnica al servicio de una historia mínima.

Aprobado por los pelos.

(Banda sonora: Espejismo - Vanexxa)

Historias del sexo convexo

El precio de la fama. Los famosos quince minutos de gloria a los que todo hijo de vecina parece ser que aspira. Salió un hombre en la tele diciendo que le había tocado el gordo de la primitiva y que buscaba mujer con la que compartirlo. Esa aparición televisiva fue su perdición. No porque encontrara una mujer que lo desplumara, no, sino porque una lo que reconoció: era un tipo que se dedicaba a seducir mujeres, a las que luego robaba en sus domicilios.

Hasta aquí nada extraordinario en el paraíso mundial de la picaresca. Lo curioso es que el chuleta iba con un cartelón en el que varias páginas manuscritas (qué cutre, en los tiempos del powerpoint y el diseño gráfico) describía sus cualidades. Entre estas, atención pues luego la cámara sacó un primer plano, decía lo siguiente como colofón: "Los sábados vamos de tiendas. Todos los sábados". Así que este prenda había descubierto que para camelar a las féminas nada de sábado, sabadete, sino una buena sesión de compras y visitas a centros comerciales. Hay que avanzar con los tiempos, supongo.

Aquello me hizo recordar una información de hace varios meses. Un estudio sobre actividad sexual en Japón determinaba que un número importante de varones treintañeros jamás habían tenido una relación sexual. Dejando de lado el frikismo intrínseco de parte de aquella sociedad, el asunto tenía una explicación dineraria. Vamos, que las mujeres no se planteaban ni mirar a la cara a los hombres que no tuvieran unos determinados ingresos económicos (no lo recuerdo bien, pero diría que estaba por encima de los 30.000 euros anuales). Obviamente, el asunto era grave, porque la falta de sexo no contribuye precisamente a tener una buena salud mental.

Eso me deprimió, primero. Luego me alegré de no ser japonés. Porque encima de ser más feo que Picio soy más pobre que las ratas, con lo que ninguna mujer me hubiera querido ni regalado.

La canción decía que Love is in the air. Ya, pues para algunos está en el aire como la gripe A, igualito.

(Banda sonora: Cruel Intentions - Simian Mobile Disco)

Yo no quiero ser guay

No, no quiero ser guay. Sí, sí es una declaración de principios. Pero es una declaración tramposa, para qué negarlo, forzada por las circunstancias. Como sé que nunca seré guay (porque nunca lo he sido), la mejor postura -o la más cómoda- es la contraria: rechazar lo que uno sabe no puede ser.

Si algo se aprende con los años es a no forzar ciertas situaciones: uno no puede pretender ser lo que no es o lo que no puede llegar a ser. Tal vez podrías engañar a los demás cierto tiempo, pero al final todo te explota en la cara. A algunos a lo mejor les funciona. Son buenos actores. Sus escrúpulos desaparecen con el tiempo. Incluso pueden llegar a sentirse cómodos representando un papel. Yo no. No sirvo para eso, igual que no sirvo para tantas otras cosas.

Cada vez me cuesta más seguir una línea recta. Por eso hace tiempo que dejé de formar parte de la tropa. Pero como guerrillero tampoco he encajado. Ahora soy un francotirador. Eso me permite (y obliga) ir por libre, no tener que dar explicaciones, no esperar nada de nadie (y que nadie lo espere de mí). Como todo, debes pagar un precio y no ser guay implica que las sillas de tu alrededor comienzan a quedarse vacías y no se ocupan, que debes seguir tu camino aunque sea un trayecto solitario (que lo es). Nadie dijo que no ser guay molara. Al contrario, no ser guay es como ir por la calle embutido en uno de esos antiguos trajes de buzo, con su escafandra y las botas de plomo.

Sí, lo admito: me gustaría ser guay. Sería lo fácil, lo más agradecido. Tendría que intentarlo, pero sé que sería una empresa fallida. No valgo.

(Banda sonora: Along the Wire - Lawrence [Superpitcher remix])

Salamina

Muchas veces el género fantástico, y en especial la fantasía, no es más que una transposición de épocas pasadas en un nuevo mundo con elementos completamente imaginarios. Así, podemos encontrar ecos de la Edad Media en un montón de novelas de fantasía, en especial las de espada y brujería. Pero ¿para qué inventar otros mundos cuando en nuestro pasado, sin pasar por ningún turmix imaginativo, encontramos suficientes elementos para crear una ficción de primera?

Javier Negrete es un experto en mundo helénico clásico, no en vano es profesor de griego. Además de la saga de Tramórea, ya ha explorado en otras novelas el imaginario y las leyendas griegas. En “Salamina” encontramos épica, aventura y emoción a raudales en el marco de las Guerras Médicas. A través de la figura de Temístocles (y una amplia panoplia de secundarios con mucha chicha) contemplaremos la lucha por la supervivencia de Atenas y la de Grecia contra el poder persa, primero del rey Darío y luego de Jerjes. Seremos testigos de las batallas de Maratón, la de las Termópilas y, como final de fiesta, la batalla naval de Salamina. Y todo ello aderezado con las divisiones entre los pueblos griegos, las traiciones y rencillas entre atenienses, la magnificencia y los excesos persas.

Además, somos testigos de los cambios sociales en Atenas: desde el poder omnímodo de los eupátridas sobre el pueblo, hasta la transición –obligada por la necesidad de implicar a todos los atenienses en la guerra para evitar su destrucción- hacia la democracia, impulsado todo ello por Temístocles (a medio camino entre ambos, pues el hijo de un rico comerciante), quien, no obstante, será un ejemplo de demagogia para mover al pueblo en función de sus objetivos. Pues a Temístocles le mueve tanto la ambición, el ansia de pasar a la historia como de promover la grandeza de Atenas. De hecho, ambos objetivos se complementan.

Por si fuera poco, tenemos una historia de amor a dos bandas. La de Temístocles con Apolonia, a quien salvará de la destrucción de Eretria como represalia persa. Y también con Artemisia, reina de Halicarnaso, y prima de Temístocles, bandaka de Jerjes, y por tanto enemiga de los griegos. ¿Quién da más?

Además, aparte un epígrafe en la que Javier Negrete explica los fundamentos históricos que sustentan la novela, aquellos huecos de la historia que aprovecha para novelar, intercala al final de cada parte en la que se divide la novela fragmentos de textos clásicos, por ejemplo de Heterodoto, con los que apuntala el relato. Utilizando un símil cinematográfico, frente a tantos peplums “Salamina” es una auténtica superproducción literaria.

Eso sí, la letra es un poco chiquitina para mi gusto. Recomendable.

Salamina; Javier Negrete; Espasa; 2008; 545 páginas

(Banda sonora: Más - Spam)

¿Trucos para leer?

Podemos rompernos los cascos pensando en cómo promocionar la lectura frente al alud multimedia y el vocabulario sms. Para los que tenemos niños no es una cuestión baladí. Tenemos un problema de enseñanza. Hay que adecuar las lecturas a los niños, no obligarles a leer pestiños -por muy clásicos que sean- para que aborrezcan los libros por querer cazar moscas a cañonazos.

Algo falla cuando a partir de los 14 años muchos críos empiezan a desengancharse de los libros. Algo falla cuando muchos críos no entienden lo que están leyendo, no son capaces de explicarlo ni razonarlo: entonces, ¿cómo van a aprobar? Estar escolarizado no es incompatible con ser un analfabeto funcional, en parte debido a lo dicho en la frase anterior.

Como yo nunca tengo respuestas, o las que tengo son muy mías, poco aplicables a los demás, sugiero la lectura del artículo de Emili Teixidor: "Estrategias del deseo o trucos para leer".

Ojalá le sirva a alguien.

(Banda sonora: De momento abril - La Bien Querida)

Jugando con las cartas marcadas

No suelo ver la publicidad en las web. Estoy inmunizado, aunque no puedo evitar que algunas chorradas ocasionalmente me dañen la vista: descubre la fecha de su muerte, escribe tu nombre y el de él/ella y descubrirás vuestra compatibilidad, gana 4 kilos de músculo en una semana, etc. No me puedo creer que exista nadie tan canelo como para caer en timos tan evidentes.

Pero hubo uno que tuve que mirarmelo bien para creerlo. Se trata del anuncio para usar el dni electrónico, promovido por el Ministerio de Industria. Lo raro no era el anuncio, sino su ubicación. Estaba en una web de descarga directa. Posiblemente la mejor .es en esa categoría. Alucinante.

Ni tengo nada contra la web, faltaría más, ni contra el anuncio. Lo que me deja atónito no sé si es la ignorancia del Ministerio o de quien le gestiona la publicidad, o directamente su hipocresía, por estar dispuestos a cerrar esas webs a instancias de la SGAE y demás entidades de gestión de derechos, y hasta que llegue ese momento aprovechar el alto tráfico de las mismas para anunciarse.

O yo soy muy tonto, que lo soy, o estoy rodeado de vivales.


(Banda sonora: Extraterrestres - Antònia Font)

Como una y cuento veinte

Aparece la enésima encuesta. 10.000 entrevistas en no-sé-cuántas ciudades. Dice que los españoles tienen su primera relación sexual entre los 18-19 años. Ellas, entre los 21-25 años. Pues no sé, creo que algo no me cuadra. También es problema que en los titulares suelen dar los datos más espectaculares, sin bajar a los detalles que podrían permitir entender los datos en cuestión.

O la mayoría de los españolitos se acuestan por primera vez con mujeres mayores que ellos, o los números no casan mucho. Claro que, en la mejor tradición patria, no me extrañaría que hubiera mucho cantamañanas y bocas. Porque si tengo que elegir entre a quién me creo, a hombres o mujeres, la elección está bastante clara.

Como suelo decirles en el trabajo, la gente miente como respira (lo que me lleva a otra estadística que decía que las personas mienten una media de dos veces al día).

(Banda sonora: Tits and Acid - Simian Mobile Disco)

No-Do

A veces me cuesta entrar en una película. Ese fue el caso de “No-Do”, dirigida por Elio Quiroga. Una médico de urgencias coge una baja para cuidar a su bebé. Padece, aparentemente, problemas de estrés, agravados por el sufrimiento que le supuso la pérdida de un hijo anterior. Con su marido alquilan una mansión propiedad de la iglesia, que en tiempos fue utilizado como sanatorio (¿mental?). Nos encontramos, una vez más, ante otra versión de la casa embrujada.

A partir de aquí la historia avanza en paralelo. Por un lado las vicisitudes de la mujer: tiene visiones, teme lo que pueda pasarle a su hijo, todo ello deteriora su relación de pareja, pues su marido, también médico, permanece ajeno a la versión tenebrosa de la mansión, además de a los propios fantasmas de su mujer. Por otro, una mujer mayor que fue residente en el antiguo sanatorio y el cura que le dio el alta para cerrar el sanatorio. Ella busca sin descanso a su marido; él, se dedica a formar sacerdotes para investigar la veracidad de posibles milagros. Hasta que ambas mujeres se encuentran y se ponen en manos del cura para averiguar lo que está pasando en esa casa.

Aunque lo del No-Do al principio puede despistar, tiene un carácter fundamental en el devenir de la peli. Aparte de los noticieros y documentales normales, se realizaban otros para la Iglesia, uno de los poderes de la época, para investigar posibles casos sobrenaturales o de carácter milagroso. Y hasta aquí puedo decir.

Como decía al principio, de entrada me pareció otra peli más del género hasta que, de repente, pasada media película, las piezas empezaron a encajar y cobrar sentido. Por fin he visto una peli de terror nacional decente.

Notable.

(Banda sonora: El baile de los huesos - Virüs)

Pequeños consumidores

Todos sabemos que la misión del márquetin y la publicidad es vender, generar necesidades -reales o no- que necesitan satisfacerse, y crear nuevos consumidores. Los expertos en la materia codician el mercado infantil, los futuros consumidores. El problema es cuando los padres, conscientemente o no, caemos en esa trampa y les seguimos el juego.

Así, ya existe la figura del "niño consumidor", críos entre 7 y 10 años que tienen muy clarito que productos, como ropa y móviles, quieren comprar. Y, encima, les gusta ir de tiendas. La pregunta, como acertadamente se hizo James McNeal, experto en consumo infantil, es ¿cómo es posible que niños de 6 y 7 años no solo tengan dinero, sino además lo estén gastando? Los culpables son evidentes: los padres.

Sí, puede que el mercado nos ponga la zanahoria delante de las narices. Pero quién si no los padres facilitan el dinero y, llegado el caso, incitan o toleran ese comportamiento en sus hijos. Es más, al menos en los EE.UU. es una tendencia consolidada: son los padres quienes animan a sus hijos a comprar. Según ellos, comprar es tener independencia. Ser independiente es ser maduro. Y los padres estadounidenses quieren hijos maduros. No deja de parecerme curioso que mientras queremos adultizar a nuestros hijos, muchos adultos padezcan del síndrome de Peter Pan, quieran parecer siempre jóvenes, comportarse casi como adolescentes.

Es un tema de concepto. Para mí madurez equivale a responsabilidad. A un niño no se le puede exigir la misma responsabilidad que a un adulto. Mucho menos que se comporte como un adulto, o que reproduzca los mismos clichés y errores que los padres, en este caso, el consumismo desaforado. ¿Ser maduro es gastar irresponsablemente? Porque anhelar unas bambas de marca tal, o una camiseta de marca cual, ¿es consumo responsable?

Puedo entender que Alba quiera unas zapatillas en las que salgan unas princesas de Disney, porque le gustan, o David otras en las que esté el dibujo de Spiderman, pero no comprendería que se emperraran en que les comprara unas Converse, unas Nike, Adidas, etc. Por supuesto, al final se comprará lo que digan sus padres, aunque se tenga en cuenta su opinión y sus gustos, pero todo ello dentro de la normalidad. El día que David me pida unos calzoncillos de Calvin Klein se me caerá el alma al suelo.

Pero si los propios padres son fanáticos de las marcas, asumen que consumir determinadas marcas implican ciertos valores o te invisten con determinadas cualidades, apañados vamos. Nuestros hijos son pequeñas fotocopias de nosotros mismos. Y no siempre se refleja en ellos lo mejor de nosotros.

Consumo, luego existo. ¿Se supone que esto es la evolución?

(Banda sonora: Efecte Dòmino - u_mä)

¿El matrimonio es la modernidad?

Suelo ver las noticias nocturnas de La Sexta. No es que sean las mejores, son las que empiezan primero. La presentadora da la noticia de la aprobación de los matrimonios homosexuales en Portugal: "una victoria para los homosexuales y la modernidad". Una victoria para los derechos civiles vale, pero ¿la modernidad? Creo que me quedé un segundo boquiabierto. ¿Qué tiene que ver la modernidad en este tema? ¿Puro esnobismo?

A partir de ahí me asaltaron las preguntas de rigor: ¿esa mujer sabe lo que está diciendo? ¿Cree en lo que está soltando? ¿Es un mero busto parlante que repite lo que pone el teleprompter sin más? Tampoco me debería extrañar. Cierto tipo de noticias, en esta cadena y en las otras, se trufa de opinión, se da bajo la óptica de la línea editorial (política) de la televisión en cuestión o se edulcora bajo la premisa de lo políticamente correcto.

En una escena de "Hazme reír", el personaje de Eric Bana (casado) está zumbando al de Adam Sandler (soltero), peleándose por la esposa del primero. El casado, enzarzado con el otro el en suelo del jardín, le chilla como si fuera el argumento definitivo para que deje en paz a su esposa: "ningún casado es feliz". Pues eso. Si los gays quieren ser modernos y casarse, adelante. Eso sí, que se atengan a las consecuencias de su nuevo estado civil. Una vez abierta la caja de Pandora...

Claro que me gustaría ver cómo dan aquella noticia en Irán, por ejemplo (si es la que la dieran allí, que lo dudo).

(Banda sonora: Gat - Maria Coma)

San Valentín


(Banda sonora: Tú, Garfunkel - The New Raemon)

La pell freda

Hay novelas de las que oyes maravillas y cuando te enfrentas a ellas te parece que no son para tanto. No porque no tengan la calidad que te anunciaban, sino porque después de tanto bombo y platillo te esperabas el no va más, o por algo tan mundando como que no te acaban de hacer el peso. Por eso tomé “La pell freda” con interés a la vez que con cierta prevención. Por si fuera poco, yo habitualmente leo en castellano, no en catalán.

A estas alturas de la película resulta ocioso, creo, explicar de qué va esta novela, así que os ahorro una nueva pérdida de tiempo. No sé qué tal será la traducción al castellano. La versión original vale la pena. Brillante el tratamiento psicológico de los personajes y la intrahistoria del prota, el cambio que van experimentado a medida que pasa el tiempo, el lenguaje usado.

Con la tensión in crescendo, siendo partícipes de la locura que amenaza con atrapar a los personajes, la lucha no solo contra el "enemigo" sino contra la propia deshumanización por parte del prota, con la duda permanente de por qué pasa lo que pasa (así como alguna otra pregunta cuya respuesta queda a nuestra imaginación). Me dio un aire, sobre todo al principio, al “El horror de Dunwich”, relato de Lovecrat, con el agravante de que aquí no hay lugar dónde escapar.

Además es una novela corta (hoy en día, toda la que no llegue a 400 páginas lo es), con lo que se lee de un tirón. Absolutamente recomendable para el aficionado a la literatura fantástica. Para el aficionado a la literatura, también.

(Banda sonora: An Average Idea - Love in October)

Capitalismo a la española I


(Banda sonora: Superganga - Glissando)

Protégez-vous



(Banda sonora: Start of my heart - Joan as a Police Woman)

Iletrados

Según el Barómetro del CIS el 21% de los españoles no leen ni un solo libro. El 18,2% no leen libros casi nunca. Entre los raros que sí leen, la mayoría (no se especificaba el porcentaje) lee de dos a cuatro libros al año.

¿De qué nos extraña? Esos engendros, llenos de páginas con un montón de letras, algunas veces terriblemente pequeñas. Si al menos fuera tipografía del 20. Y encima sin apenas fotos, ilustraciones o dibujos que lo hagan más llevadero con tanto texto infumable. Me han dicho que los que leen pueden quedarse miopes con el tiempo, incluso cegatones.

¿Para qué se inventó la tele, digo yo? Para entretenerse, para estar informado, para saber lo que tenemos que pensar. También tenemos interné.

Entonces, ¿por qué entre sus aficiones un montón de gente dice que la lectura?

(Banda sonora: Heavy Cross - Gossip)

Política y fútbol

Desde hace tiempo que la política usa el fútbol porque sabe del tirón que tiene. Es de sobras conocido el bazar de negocios del alto estanding que se había montado en el palco del Bernabeu durante el primer mandato del "Ser Superior" Florentino. Y qué decir de los equilibrios de fuerzas políticas en la directiva y el palco del Camp Nou, por no mencionar las veleidades políticas de Joan Laporta. Ambos comportamientos me parecen igualmente inaceptables.

Ahora, los estudios del CIS avalan algo que se sospechaba: la izquierda es culé y la derecha, merengue. La tasa de simpatizantes del FC Barcelona entre los electores de izquierda (41%) duplica a la de simpatizantes del Madrid. Casi el 43% de los ciudadanos de centroderecha y el 50% de los de derecha son del Madrid, frente a menos de un 20% que simpatizan con el FC Barcelona. Ya sabíamos que somos como la noche y el día, esto simplemente es un dato más que lo confirma.

Pero hay curiosidades: cerca de uno de cada diez electores nacionalistas simpatiza con el Real Madrid. Y otra: los de derechas son los que en mayor grado se irritan ante las críticas de amigos o familiares a su equipo.

Y yo que creía que las filias futbolísticas se iniciaban en la más tierna infancia, cuando todavía no tenemos ni repajolera idea de política.

(Banda sonora: Untrust Us - Crystal Castles)

Paintball

Hoy nos toca hablar, digámoslo ya para no haceros perder más el tiempo, de una peli intrascendente: “Paintball”. Dicen que es de terror. Se dicen tantas cosas... pero no podemos creernos casi ninguna. El único miedo que se pasa el que tienes mirando el reloj y comprobando lo largos que se te hacen los minutos durante el metraje de esta cinta.

Como el lector avispado sabe, paintball es un supuesto juego en el que te enfrentas a tiros con unas armas adaptadas para disparar bolas de pintura. Un equipo de desconocidos ha pagado una pasta por jugar en un enorme bosque. Se enfrentan a otro equipo en la popular modalidad de captura la bandera. ¿Pero qué emoción tendría una peli sobre este tema si el asunto no se torciera, poniendo en peligro la vida de los participantes?

Producción de Filmax, con reparto internacional (desconocido) y titulitos en inglés para el consumo internacional. Consumo, me temo, de digestión pesada, pues la emoción, la tensión brillan por su ausencia. Al menos, yo no fui capaz de degustarlas. Nada que alegar sobre la realización, pero la historia... Si alguien quiere matarte, ¿de verdad te defenderías con armas que disparan pintura?

Suficiente, y va que chuta, no sea que todavía me lo piense mejor.

(Banda sonora: Petrula the Destroyer - Love In October)

Avatares

La tontería humana no conoce límites. Veo en la tele a un tipo con la cara pintada de azul. Resulta que es un fan de "Avatar". Pues vale. Primer pensamiento: un friki. Segundo, bueno si los trekkis pueden vestirse los pijamas amarillos y de otros colores en sus convenciones, los fans de Star Wars desfilar disfrazados de tropas imperiales, de acuerdo, cada loco con su tema.

Vaya por delante que todavía no he visto esa peli. Supongo que más adelante. En fin, lo sorprendente no es que la gente se disfrace. De hecho al principio de trabajar con americana y corbata yo también tenía la sensación de llevar un disfraz. No, lo curioso era cuando decían que en los foros de fanáticos de esa peli abundaban los fans con depresión e instintos suicidas a causa de la obra en cuestión.

Flipante. O sea, que como el planeta de la peli, Pandora, obviamente es imaginario, no pueden vivir allí, ni ser como sus habitantes -de ficción-. Acabáramos. Lo siento, esto no es ser friki, sino débil mental. Esta gente necesita ayuda psicológica, diran los expertos. Creo que mi abuelo diría que les iría bien una colleja. No sé si tienen una vida tan miserable que necesitan agarrarse a cualquier escapismo para evadirse de la misma en vea de intentar resolver sus propios problemas, o por el contrario tienen tan pocas preocupaciones reales que, usando un aforismo catalán, no tocan con los pies en el suelo.

Poco le importará todo eso a James Cameron, que hábilmente ya anunciado que "Avatar" será una trilogía. A este, como a George Lucas, les ha tocado la lotería con el cine. Debe reírse incluso con las críticas habituales del Vaticano contra el paganismo (o alguna chorrada similar) y las amenazas de China con vetar la película. Y le resbalarán las críticas a su obra, pues ya se encargarán los fans de enviar miles de e-mails de insultos al periodista británico que osó chistarle.

Con tanta chuminada, la verdad, se me quitan las ganas de verla.

(Banda sonora: Electronica For Lovers - Das Pop)

Los ladrones van a la oficina

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Cuando algunos listillos sonreían de medio lado ante la "rebelión" de las peluquerías contra la presión recaudatoria de la SGAE, aparece el informe demoledor de la Comisión Nacional de la Competencia.

No, ya no se trata de una pandilla de niñatos descargalo-todo, ni de resentidos políticos contra los llamados titiriteros al servicio de ZP. Ahora es un organismo oficial el que publica un informe que deja malparada a la SGAE y a las demás sociedades de gestión de derechos por situación de abuso monopolístico, las disgresiones del mercado que ello comporta y la opacidad con la que actúan. En la mejor actitud chulesca que tanta fama les ha dado, al subdirector general de la SGAE le parece bien ser un monopolio. Bien para ellos, claro. A nadie más que a su propietario beneficia un monopolio.

Pero si hasta un paleto como yo ya se había dado cuenta de la opacidad de sus cuentas, por favor. Volviendo al tema de las peluquerías, ¿por qué pagar si escucho música clásica o sin derechos, o una emisora de noticias, no musical? ¿Y en la peluquería del paqui que solo pone música de su país? Entonces, con qué misteriosos criterios se reparte el dinero obtenido de las peluquerías, cuando es materialmente imposible controlar qué música en concreto se escucha y cuántas veces. ¿Porque no es ese el criterio con el que se reparte el dinero?

Y qué decir de que se ingresen más de 600 millones de euros y ¡165 no se repartan! Entonces, ¿para qué sirven las sociedades (privadas) de gestión de derechos si luego no reparten los mismos? Más importante, ¿qué ha sido de ese dinero? ¿En qué bolsillo/s se ha quedado? Recordemos que eso son más de 25.000 millones de las antiguas pesetas. ¿Todo se ha ido en sueldazos, sedes lujosas, gastos de "gestión"? Sí, claro... ¿Qué tiene que decir la ministra muñidora de la SGAE, señora Sinde? ¿Qué tienen que decir la mayoría de los asociados, que cobran cuatro chavos de la SGAE?

Leía una entrevista a Víctor Manuel, otra vieja gloria que vive de éxitos pretéritos (más bien vivirá de lo que le suelta la SGAE por promocionarla en cuanto tiene ocasión, porque de vender discos...), defendiendo a capa y espada a la SGAE, y lamentando las críticas a su gran amigo Ramoncín. Me encanta ver a un presunto comunista protegiendo encarnizadamente la propiedad privada. Bueno, la suya, que es la que realmente le importa.

Eso sí, en el caso que los músicos españoles decidan dar un concierto benéfico a favor de Haití como sus homólogos norteamericanos, por favor, que no lo hagan en España. Que se vayan a Andorra, a Gibraltar, a donde sea menos aquí. Más que nada porque la SGAE no entiende la palabra "benéfico" y no suele estar dispuesta a renunciar a su parte del botín, como ya ha demostrado en otros eventos con ese carácter.

Y hablando de la tan dichosa piratería: en 2009 ha aumentado el número de espectadores en los cines españoles, un 2,8% más respecto el 2008, mientras que la recaudación ha subido un 9%. ¿Pero la piratería no expulsaba a la gente de las salas y estaba arruinando el cine?

Menudo país de listillos.

(Banda sonora: La mañana herida - Dorian)

Manos arriba, ¡esto es la crisis!

La crisis…

Si señoras y señores, la crisis empieza a hacer estragos. Y se empiezan a ver cambios de consecuencias imprevistas. La gente busca desesperadamente la manera de llegar a fin de mes. Por si no fuera más que evidente las colas que hay en las tiendas Cash converters (para vender, evidentemente), ya aparecen negocios donde te ofrecen la posibilidad de vender la muela de oro de la abuela sin ningún cargo ni desplazamiento. Incluso ha habido casos de robo de carros de supermercado (Si, el carro metálico del Carrefour lleno con la compra. No es broma) .

Y me temo que esto acaba de empezar…


(vaya con el conejito de marras. Menudo genio.. )

(Banda sonora: Basic Space - The xx)


Propósito para el 2010

Sí, lo normal sería titular el post como "Propósitos". ¿Pero para qué usar el plural cuando solo tengo uno en mente? Soy modesto. No creo en eso de año nuevo, vida nueva. Y menos todavía en estas bobadas de apuntarse al gimnasio, aprender inglés, hacer no-sé-cuál colección de fascículos, dejar de fumar (es curioso, parece que nadie se propone dejar de beber, en cambio), hacer yoga, etc., etc.

Hace tiempo decidí no prometer nada que no pudiera cumplir, y menos a mí mismo, lo cual que inhabilita para desarrollar un brillante carrera en el campo de la política. Así que este año he decicido intentar ser más paciente. Nada más. Nada menos, en mi caso. Tomarme las cosas con más filosofía. Pasar más de todo. No tiene mucho sentido disgustarse por chorradas, por asuntos que realmente no valen la pena, ser víctima de un carácter tan agrio.

Porque todo eso hace que suela ir como una moto. ¿Para qué? Ciertamente, para nada al final. Nada bueno al fin y al cabo. Por eso, sin pretender alcanzar un estado zen, sí estoy dispuesto a un ligero cambio de actitud. Creo que le iría bien a mi espíritu y a las personas que me sufren a diario.

¿Lo conseguiré?

(Banda sonora: Palpatine's Dream - Susanna And The Magical Orchestra)

El mapa del tiempo

No, no solo leo novelas extranjeras. También hay espacio para el material nacional cuando es de calidad, que es el caso de "El mapa del tiempo", XL premio de novela Ateneo de Sevilla. Sí, ganar un premio no asegura calidad, pero en este caso os avanzo que se trata de una buena novela.

Es una novela sobre las novelas y sobre la escritura, entre otras cosas. En el Londres victoriano, la novela de H.G. Wells "La máquina del tiempo" conllevará la aparición de la Agencia de Viajes Temporales Murray, que ofrece a su distinguido público la posibilidad de viajar hasta el año 2000 para contemplar la última batalla entre los humanos y los autómatas que dominan la Tierra. Bajo esa premisa se desarrollan tres historias: la del enamorado que desea retroceder en el tiempo para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador; la de la chica que se enamora perdidamente del héroe del año 2000; y la del policía que investiga un crimen que parece que solo se ha podido cometer con una de esas armas de rayos del futuro.

Wells participa activamente en los tres relatos, que comparten otros personajes, entrelazándose así sus historias, formando un todo que encaja como un puzle. Juega con las paradojas temporales, dando progresivas vueltas de tuerca, sin pasarse jamás de rosca,on un estilo a lo folletín de aventuras. No, no solo es una novela fantástica al uso, sino que la combina con historias de amor (hay una impresionante relación epistolar en la segunda historia, con una declaración de amor como pocas veces he leído).

A destacar el narrador omnisciente que emplea, Palma es un escritor brillante, con un dominio del lenguaje y del tempo narrativo que no es habitual en el género fantástico español. De vez en cuando los premios literarios sí los recibe quien los merece.

El mapa del tiempo; Félix J. Palma; algaida; 2008; 622 páginas


(Banda sonora: Silhouettes - Anorak feat. Helena Miquel)

¿Las mejores películas españolas del 2009?

Uno de los efectos colaterales del año que se termina es la aparición de listas y recopilatorios de lo mejor del 2009. Vi el correspondiente al cine publicado por "El Periódico de Catalunya" y me entró la risa. "Los especialistas de EP han elegido las mejores propuestas de cine (...) que ha dejado como legado este hipertenso 2009". ¿Hipertenso? Joé, vaya retórica se gastan los de EP. Aunque después de leer como un periodista (o como a eso le pagan) escribe en una columna "poner los pies fuera del texto" en vez de "poner los pies fuera del tiesto" pues ya no sé qué pensar.

Vamos por la excelsa clasificación.
  1. "Celda 211". Vale, no la he visto, pero sí que la pienso ver. Por tanto no puedo opinar sobre que la coloquen en el número uno del ranquin.
  2. "Los condenados". Ojo, el especialista, ejem, ejem, dice "situándose en ese punto donde el cine se percibe a la vez como denuncia social y obra de arte". ¿Denuncia social, ¡obra de arte!? Respuesta equivocada, yo no voy al cine a ver obras de arte. Ni la he visto ni pienso.
  3. "Tres días con la familia". El especialista ataca: "apunta a varias de las miserias de la burguesía catalana". Otro tema que me interesa un pepino. Otra que no veré ni en pintura.
  4. "Los abrazos rotos". Pasapalabra. El cine de Almodóvar, como el de la Coixet, no me interesa la más mínimo.
  5. "Pagafantas". Bueno, está sí me pareció una comedia correcta. Sin embargo, la comedia española me parece que está lejos de jugar en la Champions. Después de ver "¿Hacemos una porno?", "Resacón en Las Vegas", "Hazme reír" (aunque sea más bien tragicomedia), e incluso la francesa "Bienvenidos al norte", le falta un laaaargo camino por recorrer.

¿Y qué decir de la clasificación de pelis extranjeras? La primera, "Déjame entrar". Una muy buena peli, ciertamente, ¿pero la mejor del año? La segunda, "Malditos bastardos". Para el especialista "su tercera obra maestra en una época". Para mí, el cateto a babor y a estribor, una fantástica chorrada, pero ¿obra maestra? Amosandayá. Claro que lo que mola es alabar lo que hagan Tarantino y Almodóvar, porque para eso son genios. Pues vale.

Me pregunto quién ha visto la segunda y tercera clasificadas, cuánto duraron en cartelera. Poca gente, poco tiempo. Pero las colocan como lo mejor del año. Eso sí, a "Ágora", de Amenábar, la ningunean, porque se queda a medio camino en sus críticas o no llega, es maniquea, es fría, etc. Claro, la moda también consiste en arrear a Amenábar por sistema. Supongo que el especialista valora más unas pelis que ven dos mil culturetas como él que doscientas mil personas. O dos millones, ¡qué horror!, tanto populacho viendo una película. Si le gusta a tanta gente tiene que ser una mierda, simple entretenimiento para las masas.

Cierto es que asimilar cantidad con calidad no lleva a ningún lado. Pelis mediocres son vistas por muchísimo público. Otras de más calidad, no se sabe muy bien porqué, apenas interesan a ese mismo público. Lo que es innegable que la taquilla emite un veredicto definitivo sobre por dónde andan los gustos de los espectadores que pasan por caja.

En fin, que a mí, seguidor del catetismo, lo que digan los especialistas me entra por uno y me sale por el otro. Veo lo que me gusta, con independencia de lo que me digan unos presuntos críticos. Es más, lo que digan los críticos puede llevarme a hacer justo lo contrario.

Está claro que sobre gustos...

(Banda sonora: Frontier Psychiatrist - The Avalanches)

Barrio sesámo: hoy, educación sexual





















(Imágenes procedentes de aquí . Gracias Sr. acolostico por la fuente)

Si, lo sé. Nunca más volverán a mirar un boli Bic igual.

(Banda sonora: Out out out - Dear Reader)