El hombre cafre II

Tras la breve reflexión sobre mi carácter "peculiar", en la anterior entrega cafre, echo en falta haberlo comparado con el de dos médicos de la ficción televisiva: House y Vilches. Dos cabrones, cada uno en su estilo. Pero, ¿realmente son unos cabronazos o simplemente se lo parecen a los pacatos? ¿No será que la gente ya no está acostumbrada a la verdad descarnada? ¿Acaso nuestra civilizada preocupación por las formas nos impide dejar espacio al fondo, a la sustancia de las cosas?

Como siempre, doctores tiene la Iglesia. No negaré que se puede decir lo mismo con buenas palabras que de forma brusca y cortante, pero eso ya depende de la forma de ser de cada uno (y de su empatía). Dicho lo cual, mantengo que uno de los más graves problemas de muchas personas consiste en haber olvidado decir "no". Es sencillo, una sílaba: no. A la mierda la vergüenza. No. No. Repítelo. En unos pocos segundos te saldrá completamente natural.

Un no a tiempo ahorra muchos problemas. ¿Te tienes que sentir mal por decir la verdad, por negarte a hacer algo que no quieres? Claro que no. Ya, lo políticamente correcto es decir "sí". Muy bien, pues yo me paso por el forro lo políticamente correcto. Y si toca no, yo digo no. A quien le guste bien, y a quien no también. Evidentemente, eso supone un coste de imagen, sobre todo en el mundo laboral. Aunque hay un término medio: ni tienes porque ser como House (o como yo, en otro estilo), ni tampoco como Santa Teresa de Calcuta. Pero el no es innegociable.

Que no te engañen: no se trata de ser negativo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de ser honesto, contigo y con los demás.

No. Y punto pelota.

(Banda sonora: Digues què faràs - Pirat's Sound Sistema)

9 comentarios:

acolostico dijo...

Si digo que NO estoy de acuerdo le estaré dando la razón?

manu dijo...

Lo importante no es darme la razón, sino saber o reaprender a decir que NOOOOOOOOO!!!

Anna dijo...

No és facil... Jo, quan sigui gran, aconseguiré aprendre a dir no com fa certa gent. N'hi ha que tenen un do: et diuen que no i els acabes donant les gràcies!

Grom el Único dijo...

Ya, oséase que cuando digo "no" a los demás, en realidad me estoy diciendo a mí mismo "sí", ¿no... o sí?

(Me he liado; casi mejor sigo haciendo lo de antes: no contestarle a ni Dior).

Grine dijo...

Pues ya tengo deberes para este verano: aprender a decir no... para estar bien entrenada y a la vuelta de vacaciones decir NO a que me vuelvan a cambiar de horario como les venga en gana... Voy practicando: Nnnnnnnnnnnnnn... nnnnnnnnnnnnn... Lo seguiré intentando.

manu dijo...

Bé, Anna, més val tard que mai.

Menudo liante, Grom. Espérate que el niño aprenda a decir que no, jejeje...

Ay, Grine, en ocasiones es sumamente complicado luchar contra los elementos, sí.

Pepi Toria dijo...

Si el otro día aprendimos a decir GRACIAS, hoy aprendemos a decir NO, y además nos entretenemos... esto no es un blog, esto es el Libro Gordo de Petete! ;)

Replicant dijo...

Noooooo, diemmm noooo,
no és tan difícil...
clar que em fixo molt en en House (la qual cosa no vol dir que l'imiti, compte)

manu dijo...

Y también aprendimos "por favor". Con esas 3 palabras se puede conseguir casi todo.
Esto es, más bien, el Libro Gordo del Cafrete XD

Replicant, tu ets de les meves!!