¡Vacaciones!

Pues sí, querida muchachada, por fin llegó uno de los momentos cumbres del año: las vacaciones. Así que aprovecho para despedirme de todos vosotros hasta septiembre. Me toca pringar una semanita en agosto, pero el blog -por mi parte- descansara. Espero que vosotros disfrutéis también de un merecido descanso.

Ahora Anna es la jefa absoluta y plenipotenciaria.

(Banda sonora: Vanished - Crystal Castles)

Diferencias culturales III

O te cura la medicina o lo hace un milagro, ¿no?

(Banda sonora: Frodo, Don't Wear The Ring - Flight Of The Conchords)

28 meses después

Soy de la opinión que resulta conveniente prepararse siempre para lo peor. O en palabras de alguien más listo que yo: desea lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que venga. La gripe A ya está aquí. Si bien es cierto que la gente muere de gripe (normal), eso suele suceder en invierno, no en pleno verano peninsular, algo que tal vez debería llevarnos a cierta reflexión.

No se trata de alarmismo, sino de responsabilidad, al menos por parte de quien debe velar por el bien público y general. El Gobierno, claro. Ves que en Gran Bretaña se controlan posibles síntomas desde el aeropuerto, en Francia se compran vacunas para toda la población, en Italia se habla de retrasar el inicio del curso escolar. ¿Y en España? Hombreeeeee, en la tierra del sol, la playa y la pandereta, tirando balones fuera, para variar.

El optimismo zetapero resulta encomiable, pero en realidad su perenne buenrollismo de gestos y actos, ¿qué significa? ¿Que no tiene n.p.i. ante la que se nos avecina? ¿Que se niega a anunciar el desastre que podría acontecer (ojalá no sea tan grave) y cuando lo tengamos encima ya montará otro Plan E para crear nuevas plazas en los cementerios? ¿Que sabe algo que los demás no sabemos, como que los españoles somos inmunes ante la gripe A con una dieta de tinto y pata negra? No está de más recordar que antes de las elecciones generales dijo que a por el pleno empleo y tres meses después se nos echó la crisis encima. ¿Era el único país del mundo que carecía de esas previsiones o sus asesores le engañan? En fin, la credibilidad cuesta mucho de alcanzar y se pierda con suma facilidad.

He visto en días consecutivos "28 días después" y "28 semanas después". Por eso estás tan sombrío, pensará alguien. Bueno, es la OMS la que anuncia que ya tenemos pandemia a la vista. Lo que más me impresionó de la segunda peli es (no leer quien no la haya visto) cuando Carlyle se va por piernas dejando tirada a su mujer, lo que atraerá una serie de catastróficas consecuencias. Y me confirmó esa segunda parte lo que siempre sostengo: a veces por querer hacer el bien nos acaba saliendo el tiro por la culata, detalle que posiblemente se les pase por alto a nuestros inteligentes políticos.

Estamos en plena canícula . Ojalá este invierno no sea tan frío como el pasado. Menos mal que la gripe A no guarda parecido con la rabia de la película, porque si no...

(Banda sonora: Cualquier otra parte - Dorian)

Te lavaré la boca con jabón

Cuando estés irritado, cuenta hasta diez; cuando estés muy irritado, suelta tacos.
Mark Twain

Los políticos son un raza (¿o una subespecie?) aparte. Como vivimos en los Mundos de Yupi, en la verde (no pensemos mal) Irlanda han dictado una ley por la que se persigue la blasfemia. Debe ser que en ese país no tienen ningún problema serio que necesite la atención del gobierno. En fin, si en buena hora jubile la moto pues hoy o no estaría vivo o no me quedaría ningún punto del carnet de conducir, se me antoja más difícil que mejore mi vocabulario a pesar de la amenaza legal.

Lo admito: de vez en cuando blasfemo, de lo cual no me enorgullezco. Solo cuando me cabreo de mala manera, lo que suele suceder al menos una vez al día (laborable). Eso sí, he hecho propósito de enmienda y creo que encontraré maldiciones alternativas para evitar caer en la blasfemia. Es difícil en mi caso, pero estoy trabajando en ello (con acento de Ansar).

Curiosa ley en un país en el que, como en otros muchos, la Iglesia -cuya influencia en la vida política irlandesa es de sobras conocida- ha pagado una morterada de millones para acallar a quienes denunciaban casos de abusos sexuales. O sea, que encima de tener que soportar a un sucio pederasta, cuando te rebotas la multa te cae a ti: "¡Me cago en d****, el p*t* cura me quiere dar por c*l*!". Nada, 24.000 euros del ala por blasfemo. ¿Esto no suena a aquello de encima de cornudo, apaleado? Hay que tener un poquito más de aguante, por favor.

Más vale que me muerda la lengua.

(Banda sonora: Worm's Head - Joker's Daughter)

Hablar por no callar

Yo nunca he sido de estudiar por la noche. Por eso, una noche poco antes del examen hacía zaping dejando pasar el tiempo antes de irme a dormir. Como estaba grabando el video, no podía ver el TDT, donde el zapeo es más llevadero por la sencilla razón de que hay más basura para escoger. Así que me quede en el 33 (la segunda cadena de TV3). Echaban "Agora", un programa de debate.

Era sobre "La Europa liberal", un programa ideal para acabar de dormirme. Se trata de un debate "civilizado": la gente no chilla, no pisa el turno de palabra de los demás, no acusa al otro bando de los peores pecados, todo ello en aras de la libertad de expresión y el libre derecho a la información, faltaría más. Lo que me hizo gracia fue el currículum de los tertulianos: un filósofo, una política, una escritora, un economista y un historiador. Ahorro los nombres de los pimpollos en cuestión para que nadie piense que les tengo ojeriza.

El único que defendía la causa liberal (que no neoliberal, ni conservador-liberal tipo PP) era el economista. Yo llegué a la parte final del debate, en el que pontificaban sobre la crisis, llenándose la boca con todo tipo de lugares comunes sobre la misma. Vamos, que hasta yo con corbata y afeitado casi hubiera dado el pego en esa mesa, fijáos el nivel que tenía el evento. Y es que resulta tan fácil hablar a toro pasado sobre absolutamente cualquier cosa...

Es lo bueno que tiene la tele, casi siempre salen los mismos hablando de todo como si supieran de lo que hablan, cuando los expertos de verdad solo lo son en temas muy concretos. Claro, lo bonito es que los miembros de esa etérea sociedad civil, que a mí más bien me parece una sociedad secreta tipo Skulls, nos digan cómo funciona el mundo. Sí, los mismos que ostentan o han ocupado cargos de responsabilidad política o en Administraciones, han gozado de prebendas que nosotros -míseros mortales- jamás hemos catado ni lo haremos, no miran de reojo al euribor porque su cuenta está más que saneada, etc., etc. ¿Y a mí estos me van a dar lecciones de qué?

La epifanía de la civilización televisiva y el buen rollo concluyó con la promoción, por parte del moderador, de libros de cuatro de los cinco tertulianos. Así da gusto ir a la televisión, ¿verdad?

Yo, de mayor, también quiero ser tertuliano.

(Banda sonora: Way Out - Ellen Allien & Apparat)

¿El ladrón cree que todos son de su condición?

Los derechos de autor deben limitarse a cinco años. ¿Por qué tienen que vivir de rentas durante décadas? Si quieren seguir ganando dinero, que hagan otra película u otra canción.
Amelia Andersdotter, parlamentaria del Partido Pirata sueco.

No me gusta la doble moral. Bueno, no es que no me guste: la detesto, me da asco. Por eso la SGAE me parece una entidad de nula ética. No voy a hablar de la incautación, cual sheriff de Sherwood, de dinero de galas benéficas, cuando el artista renuncia a todos sus ingresos en favor de esa causa benéfica. Es de sobras conocida y califica por sí sola la catadura moral de quien así se comporta.

Esa Sociedad recauda, en plan impuesto revolucionario, dinero por la música que ameniza una boda. Manda güevos. Pero ¿qué pasa cuando suena música libre de derechos de autor? ¿Con qué criterios reparte el botín la SGAE? Porque no sabe qué música suena allí, salvo que envíen a un agente de su Gestapo a controlarlo. En esa boda sonó una canción que me encanta, Du hast de Rammstein. Y me pregunto, ¿la SGAE liquidó el dinero que le toca a Rammstein por ese tema o acabó en la cuenta corriente de Ramoncín u otro de la banda? Digo yo, que si su labor es defender los derechos de los autores, debe asegurarse de que cobre quien realmente le corresponde, ¿no? Pero no fue así, claro.

Me sorprendió gratamente cuando Eduardo Mendoza (creo que fue él, pero fue otra noticia que pillé de refilón) dijo ante la Ministra de Cultura (ministerio que debería desaparecer) lo que muchos pensamos: que el problema del cine español no es la piratería, sino la falta de talento. Porque sí, el rey está desnudo, y parece ser que necesita muchas subvenciones públicas para seguir viviendo del cuento. Y así seguimos, salvo el pelotazo anual, la mayoría de las películas españolas pasan sin pena ni gloria por los cines. La prueba definitiva, precisamente, la da la presunta piratería: es difícil encontrar esas grandes pelis patrias en cualquier web de descarga directa, cuando cualquier otra peli extranjera está allí, en español. Será porque a casi nadie les interesa descargarla, será porque a casi nadie le interesa verla. Ahora es cuando deberían preguntarse por qué. Aunque lo realmente fácil es seguir lloriqueando y poner la mano para que siga cayendo el maná público.

Se anunció a bombo y platillo que del 21 al 23 de junio algunos cines, ojo, no todos, pondrian las entradas a 2 euros. Una promoción similar funciona en Francia ¡desde hace 25 años! Es decir, que cuando ya se ven con el agua no en el cuello sino en la nariz, deciden hacer un brindis al sol. Ojalá fuera un éxito. Demostraría que los precios desorbitados de las entradas no ayudan, precisamente, a acudir a ver pelis debido a un descompensada relación calidad-precio.

A pesar de las descargas la gente sigue yendo al cine, comnprando música y libros, pero ya no traga que le den gato por liebre. Tal vez eso es lo que les fastidia.

(Banda sonora: Ich Will - Rammstein)

David Bowie, 40 años de "Space Oddity"


Lo bueno de interné es, entre otras cosas, que sirve para descubrir o recordar efemérides de temas que desconocías o tienes un conocimiento tangencial. Es el caso del cuarenta aniversario del tema Space Oddity, de David Bowie, músico que me interesó en los 80, que es cuando empecé a escuchar música.

Pero qué sería de un mito si no pudiéramos pisotearlo vilmente. Empecemos con un directo a la mandíbula con la versión de los Hermanos Calatrava y rematemos la faena con la visión propia de los Azucarillo Kings, un gancho que nos salta varios dientes. Por si fuera poco, he tenido que pedir hora al otorrino.

En fin, si yo soy viejuno, ¿David Bowie es Matusalén?

(Banda sonora: Rock 'n' Roll Suicide - David Bowie)

Me gusta el vino y las mujereeees...

Qué sabias son las coplillas populares, por no hablar del refranero patrio. Por no mencionar nuestras alegres y sandungueras fiestas mayores, la sal de todo verano que se precie.

Un pequeño pueblo zamorano se ha visto en el ojo del huracán por contratar a una go-go para protagonizar las fiestas patronales. Total, "Chica lava tractores y lucha con chocolate". ¿Qué tiene de extraordinario? A falta de túnel de lavado, pues... Lo de la lucha con chocolate no sé si es un espectáculo infantil o participaba también esta gachí del cartel.

El concejal socialista la tachó de "machista y sexista". Cabe preguntarse por qué no contrataron a un boy también para alegrar al público femenino. Tal vez no encontraron a ninguno que supiera lavar tractores con tanto arte, claro.

¿Y qué decir de los pubs que organizaban fiestas donde las chicas tenían que ir de colegialas? (Uf, anda que no hace tiempo ni ná que en Reino Unido se montan saraos en que todos van de colegiales). O aquella discoteca que sorteaba un aumento de pechos. En fin, que seguimos -por lo que parece- en las cavernas: nos enseñan unos trozos de carne joven y los varones nos tenemos que poner a berrear cual machos en celo.

Nuestra capacidad para escandalizarnos suele ser selectiva. Nosotros lo hacemos todo bien; ellos, todo mal. Como dijo el sabio: ¡y tú más!

(Banda sonora: Evil Bee - Menomena)

Mentes en blanco

Enclaustrado como estaba (es una figura retórica), alejado del mundanal ruido (pero no del griterío de mis pequeninjas), mi información del mundo mundial se reducía a los fogonazos de los titulares de prensa y TV. Además, sospecho que empiezo a padecer un grave problema de déficit de atención, pero ésa es otra historia. Uno de esas noticias a vuelapluma me espeluznó: la actividad cerebral disminuye tras quince días de vacaciones. Cosas del relax, supongo.

Los cerebros del asunto, ejem, hicieron unos test a unos turistas. Tras su vuelta del asueto sus resultados en los tests fueron peores a los de antes de partir. El tema es grave. En mi caso, mi actividad mental apenas supera el encefalograma plano. Si se reduce todavía más puedo convertirme en un vegetal (si es que no lo soy ya).

He estado discutiendo el asunto con mi neurona, la única operativa, quiero decir. Hemos encontrado la solución: en vez de irnos quince días nos iremos de farra solo catorce. El estudio hablaba clara y específicamente de quince días.

Uf, después de tanto pensar empieza a dolerme la cabeza.

(Banda sonora: Sugar And Spice - Madness)

Damas de compañía

Una anormalidad cien vistas por la tele se convierte en algo normal, algo que ni nos cuestionamos. Vimos la semana pasada la reunión del G-8 y las otras que se celebraron al calor de la principal. Todos hombres menos Angela Merkel, la alemana. Lo anormal elevado a la categoría de habitual.

Pero lo peor es cuando ofrecen la alegre noticia de las excursiones de las esposas de los mandatarios. ¿Por qué no participó en las mismas el marido de la Merkel? ¿Tiene "vida propia" o le daba vergüenza? ¿Por qué las mujeres de los presidentes tienen que acompañarlos a estos eventos? ¿No tienen su propio trabajo o su "trabajo" consiste en ejercer de primera dama, lo cual, la verdad, es un paripé? ¿Por qué cuando hacemos un viaje por motivos profesionales no llevamos a nuestra pareja y los presidentes sí?

En fin, yo ya he dicho que no creo en cuotas. Es decir, si para cinco puestos los candidatos más adecuados son mujeres, pues todo mujeres. Y al revés. Eso de los cincuenta por ciento son memeces propias de lo políticamente correcto. Claro que, por desgracia, parece que las cuotas son necesarias para evitar que la (mala) costumbre siga discriminando a la mujer.

Lo triste es que habiendo tantísimas mujeres profesionales y competentes se acabe primando a alguna "miembra planetaria" que parece no saber hacer la o con un canuto (dentro vídeo):
(P.I.B.: Producto Interior Bruto, el)

(Banda sonora: Love Etc. - Pet Shop Boys)

¿Me están llamando viejuno?




Creo que me lo están llamando en toda la cara. ¿Pero no habíamos quedado que hasta los 39 se es joven? Con esta progresión, calculo que en una década hasta los 45 seremos jóvenes. O mejor no, porque a este paso igual no dejan que nos jubilemos.

Ya me gustaría que estos creativos se dedicaran a poner exámenes tipo test. Concretamente los que me ha tocado realizar hacia bien poco. Cualquiera, con un dedo de frente, hubiera acertado al menos dos de las tres. Así daría gusto examinarse.

Pero no voy a picar. Me han tocado la fibra sensible, por eso pasaré de tomar sus antioxidantes y demás sucedáneos. Prefiero hacerme viejuno.

(Banda sonora: Eternamente inocente - Fangoria)

Rompiendo las olas

Ir a currar es un palo. Sobre todo por las banderolas publicitarias que acechan, cual buitres desinformativos, en torno al trabajo. El primero, en inglés, dice algo de superar un record de spinning (Barcelona Spinning World Record o como se escriba, porque desde que lo vi la primera vez me niego a alzar la vista para contemplarlo de nuevo). El segundo, municipal, es infinitamente peor. Anuncia que hoy pasa el Tour de Francia por Barcelona y que asistamos para hacer la ola amarilla. Tócate los güev...

En fin, de qué me sorprendo. Es una magnífica definición de cómo se entiende actualmente la política. Pan y circo. Fuegos artificiales. Bonitas declaraciones. Enmarañar, engatusar, adormecer, manipular. Todo con el único fin de perpetuarse en el poder. Los problemas no son sus problemas porque ellos tienen la vida perfectamente solucionada. Y, como han descubierto que somos unos gilipollas de tomo y lomo, que tragamos lo infumable y les seguimos votando, pues se divierten a nuestra costa colocándonos una zanahoria ante nuestras narices para que, además, saltemos y hagamos de figurantes en sus fotos.

Pues no. Yo no. Paso de hacer de maniquí municipal ni de claca ante el paso del Tour, que una buena fortuna habrá costado al Ayuntamiento de Barcelona. Claro, lo importante es salir en fotos, ser guays y cools, poner a Barcelona “en el mapa”. Me niego a hacer olas, batir palmas, reirles las gracias a quienes, en mi modesto entender y tal como decía antes, no cumplen debidamente con sus obligaciones con sus ciudadanos. Puede que para ellos no seamos tales, sino simplemente siervos, contribuyentes o votantes.

Sacaron aquel eslogan electoral de “Hechos, no palabras”. ¿Se puede ser más hipócrita, más falso, más cínico? No me parece mal que pase el Tour por aquí. Lo que lamento es que se malgaste tanto dinero en chorradas, que las bonitas palabras casi nunca se transformen en acciones que redunden en beneficio de los demás y no solo de ellos. Claro, siempre será más fácil conseguir un récord mundial de hacer la ola que solucionar los problemas de inseguridad, precios desórbitados, vivienda innaccesible, suciedad, ruidos, etc. Total, de todos esos aspectos negativos Barcelona ya tiene récords.

Y encima no es una etapa de montaña, así que tampoco la veré por la tele. Que les den.

P.D.: Nos piden (o chantajean) usar el transporte público hoy porque está la ciudad tomada para uso y disfrute de una actividad particular como el Tour, y va Renfe y decide que hoy el Cercanías sea de un piso y no de dos para que viajemos como sardinas en lata. Manda güevos.

P.D.2: ¡A por ellos, Contador!

(Banda sonora: Tour de France - Kraftwerk)

El hombre cafre II

Tras la breve reflexión sobre mi carácter "peculiar", en la anterior entrega cafre, echo en falta haberlo comparado con el de dos médicos de la ficción televisiva: House y Vilches. Dos cabrones, cada uno en su estilo. Pero, ¿realmente son unos cabronazos o simplemente se lo parecen a los pacatos? ¿No será que la gente ya no está acostumbrada a la verdad descarnada? ¿Acaso nuestra civilizada preocupación por las formas nos impide dejar espacio al fondo, a la sustancia de las cosas?

Como siempre, doctores tiene la Iglesia. No negaré que se puede decir lo mismo con buenas palabras que de forma brusca y cortante, pero eso ya depende de la forma de ser de cada uno (y de su empatía). Dicho lo cual, mantengo que uno de los más graves problemas de muchas personas consiste en haber olvidado decir "no". Es sencillo, una sílaba: no. A la mierda la vergüenza. No. No. Repítelo. En unos pocos segundos te saldrá completamente natural.

Un no a tiempo ahorra muchos problemas. ¿Te tienes que sentir mal por decir la verdad, por negarte a hacer algo que no quieres? Claro que no. Ya, lo políticamente correcto es decir "sí". Muy bien, pues yo me paso por el forro lo políticamente correcto. Y si toca no, yo digo no. A quien le guste bien, y a quien no también. Evidentemente, eso supone un coste de imagen, sobre todo en el mundo laboral. Aunque hay un término medio: ni tienes porque ser como House (o como yo, en otro estilo), ni tampoco como Santa Teresa de Calcuta. Pero el no es innegociable.

Que no te engañen: no se trata de ser negativo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de ser honesto, contigo y con los demás.

No. Y punto pelota.

(Banda sonora: Digues què faràs - Pirat's Sound Sistema)

(Di)versiones musicales (5)

By Whiskyn's:



O el remix de Linkin Park:


El original, aquí

(Banda sonora: Jo vull rock'n'roll - Casal Rock)

Por favor y gracias

Dos palabras mágicas (bueno, en realidad tres): siempre se lo digo a los pequeninjas. A veces me hacen caso, otras no, aunque esa historia no es la que hoy nos ocupa. Palabras mágicas y, sin embargo, están en desuso. Parece que no es cool ser educado, mostrar unas elementales reglas de cortesía y respeto por el prójimo.

Esto viene a colación porque en un capítulo de "Life", mi admirado Charlie Crews investigaba la muerte de un broker de derivados. Un tipo que gastaba dinero en efectivo a manos llenas con señoritas de compañía. Todas lo ensalzaban por su buena educación, prototipo de caballero, y una de ellas destacaba que era mister por favor y gracias. Ah, diría que algo falla en el sistema cuando lo que debería ser prueba de normalidad se convierte en hecho de excepción.

¿En qué punto nos hemos convertido en seres robotizados, en sujetos que queremos todo aquí-y-ahora, sin importarnos ni un pimiento lo demás? ¿A quién le toca cargar con la culpa de ello? ¿A nuestros padres, a nosotros -no escurramos el bulto-, al sistema educativo, a la tan de moda "crisis de valores", a...? En realidad, ¿importa? A mí, un comino. Ya, claro, que soy un cafre. Lo que debería importarnos es en comportarnos como personas, en nuestras relaciones con los demás porque -lo siento- yo ni voy a salvar el mundo ni mucho menos a cambiarlo.

En el metro, abarrotado para variar, un chico solicitó por favor que le abrieran las puertas porque estaba detrás, encajado, y no alcanzaba la salida. Alguien lo hizo. Él se despidió del vagón con un "muy amables" y "muchas gracias". ¿A que no es tan difícil?

Por cierto, el asesino era...

(Banda sonora: Every Little Earthquake - Little Boots)

El Príncipe Azul

Dos elementos distinguen al ser humano sobre el resto de animales: su propensión a tropezar n veces con la misma piedra y, ligado muchas veces a lo anterior, su capacidad para el autoengaño. Para los animales tales defectos supondrían la muerte; para nosotros, daños en la autoestima, arrastrarnos por el suelo y/o una vida más o menos desgraciada.

Ved si no la película "Pretty Woman" recientemente emitida, otra vez, por televisión. Total, qué son 13 veces en solo 15 años. Sí, debe ser duro el año que no toca su emisión. Pero esas pruebas que nos pone la vida, o los programadores de TV, ayudan a fortalecer nuestro carácter. Pues bien, cada vez que la echan, líder de audiencia. Cada vez tiene menos espectadores, eso sí, pero ningún otro programa resiste tan rosa competencia.

Yo soy un experto en titulares, quiero decir, que nado muy bien por la superficie y no me gusta meterme en profundidades. Cuando estaba liado, leí -el titular y pocas explicaciones más- de un artículo dominical. Venía a decir (el artículo por boca de los expertos) que muchos problemas de pareja nacían por la imagen idealizada de la vida en y de pareja que tenían, sobre todo las mujeres, debido a las películas de Hollywood. Sí, remarcaba que las pelis europeas eran, a ese respecto, más realistas en su visión de la pareja, en contraposición al rollo romántico y caramelizado yanqui.

Pues eso, que Richard Gere es un trasunto del príncipe azul metido a Pigmalion. En la ficción, por supuesto. Esas cosas no pasan de verdad, hacedme caso. Ya lo sabéis, chicas, así que mejor que no pidáis peras al olmo. Sí, ya, esto es como cuando descubres que los padres son los Reyes Magos. Al principio te cabreas, luego lo entiendes y lo ves como lo más normal del mundo.

Soñar un rato está bien. Lo que dura una película, por ejemplo.

(Banda sonora: Alright - Supergrass)

La insoportable necedad del ser

Que nadie se sienta ofendido: el necio al que me refiero soy yo. Con los años he ido descubriendo que todo lo que aprendí no me ha servido de mucho a la hora de la verdad. Todas las certezas de la juventud han acabado desvaneciéndose, dejándome inmerso en un mar de dudas. Sí, lo único que tengo realmente claro es que soy un ignorante de primera (además de algunas otras cosillas que no confesaré para no rebajarme todavía más).

Siempre supe que no era listo. Durante un tiempo me creí inteligente. También me equivocaba en eso, como descubriría en su momento. Vamos, que soy una joya (de plástico, por supuesto). Al menos ahora soy consciente de mis limitaciones. Sin embargo, eso no me impide seguir cagándola.

Hay quien lo tiene todo bastante claro. Algunos al menos siguen una línea. Yo avanzo a trompicones, en zigzag. Me gustaría tener más respuestas, aunque acabo coleccionando preguntas. No sé exactamente hacia dónde voy y mucho menos dónde llegaré, pero debo seguir en movimiento. ¿Será el baile de San Vito?

Próxima salida: desconocido...

(Banda sonora: Lloyd, I'm ready to be heartbroken - Camera Obscura)

Hijos de los hombres

Si hay un consejo que yo puedo dar es el siguiente: yo soy un ejemplo de lo que no debe hacerse en la vida. Porque soy en especialista en caerme, en cagarla, en avanzar hacia ninguna parte. Sin embargo, en contadas ocasiones, descubro a alguien todavía peor que yo, lo cual no es fácil.

Una compañera, hoy felizmente jubilada, me explicó un día los celos de su marido hacia sus hijos. Si le compraba una camisa al chico, él también quería una. Era algo que rozaba lo patológico. Eso, o es que era un gilipollas de primera. Como era de preveer, ella se separó de esa joya del género masculino. Cuando me lo contaba me hacía cruces. No lo entendía. ¿Qué desórdenes mentales, qué falta de personalidad y autoestima, qué nivel de descerebramiento puede llevar a nadie a sentir envidia de sus hijos?

A mí me encanta que mis hijos sean guapos, que tengan un buen fondo. Me enorgullezco de ellos. Les deseo lo mejor, como hace cualquier padre mínimamente normal. Ojalá les vaya bien en la vida y sean felices. Qué más quisiera yo que triunfen en todo lo que se propongan. Espero y deseo que sean más buenos, más listos, más inteligentes y mejores personas que yo. Eso es lo que a mí me haría realmente feliz.

Por mi parte, les he puesto el listón por los suelos. Así que supongo que no les costará mucho dejarme a la altura del betún.

(Banda sonora: Nunca estás a la altura - Klaus & Kinski)